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Más pobreza y menos asistencia estatal

La niña M. no es un caso más ni “el” caso del año. Revela un hecho que trae a la superficie de los medios de comunicación y al comentario de la opinión pública la profunda desigualdad de la Ciudad de Buenos Aires en lo referente al acceso a la vivienda y al padecimiento de la pobreza y la marginalidad social. Distintos estudios dados a conocer en los últimos días refuerzan esta hipótesis de TdB sobre el estado actual de la vulnerabilidad porteña.

El aumento sostenido de la pobreza porteña desde el 2015 y los efectos de la pandemia por la COVID-19 profundizaron estas grietas entre el norte y el sur capitalino, que se advierten en todas las dimensiones de la vida social, incluso en la educativa, donde por ejemplo en las comunas del norte porteño el 90% de los cientos finalizaron la escuela secundaria, mientras que en las sur ese porcentaje se reduce casi a la mitad, donde cae el 55% de los chicos y las chicas que no alcanzan dicha terminalidad.

Asimismo, según el CEM, la desocupación en la zona sur es del 14,5% mientras que en el norte desciende al 9,1%; al tiempo que el ingreso medio de un trabajador en la primera jurisdicción ronda los $58.000 y en la segunda alcanza los $29.000 pesos. Bastaron dos muestras de la diferencia: educación y trabajo. Ello también es pobreza.

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