Las agrupaciones de carnaval porteñas resolvieron no realizar corsos barriales ni desfiles callejeros en este verano del año 2021 por la pandemia. Con Christian, integrante de Centro Murga “Los Chiflados de Boedo”, repasamos cómo vivieron el año 2020, el carnaval atípico que se aproxima y las expectativas tienen hacia el futuro. ¿Habrá carnaval de invierno?
Tintas de Boedo: ¿Cómo transitaron y vivieron el 2020?
Christian: La verdad que la pasamos mal. No pudimos ni ensayar. No hemos podido salir del Centro Cultural. Hemos tenido algunos contactos con la gente pero todo virtualmente, ya sea por streaming o zoom. Hicimos un evento especial por el Día del Niño. En noviembre del año pasado el Gobierno de la Ciudad armó un protocolo, pero lo que pasa es que nosotros somos una murga grande. Con las familias juntamos casi 300 personas. Entonces con los directores tomamos la decisión de no ensayar, porque la realidad era que poníamos en riesgo a toda la familia de la murga.
TDB: ¿Qué postura tienen ustedes respecto a que las agrupaciones del carnaval decidieran no realizar los corsos barriales en este 2021?
Christian: Las murgas tenemos espacios de debate donde también elegimos a nuestros delegados. En las agrupaciones de carnaval participan alrededor de 120 murgas. Soy uno de los delegados de Capital Federal y el 90% de las murgas estuvimos de acuerdo con que no hagamos los carnavales tal como se los conoce. Porque es algo muy riesgoso. Y con lo del rebrote, definimos. Se hará streaming y se realizarán distintas acciones para que el carnaval siga vivo. También se colgarán banderines en cada lugar de ensayo, o en los espacios donde se reúnen las murgas. También hay una idea dando vueltas que se llama “cuatro banderines, cuatro”, que consiste en que cada participante de la murga, en su bicicleta, su mochila, o en la puerta de su casa, comercio, cuelgue cuatro banderines. Para que alegren todos los espacios. Será un carnaval distinto, que se vea, que esté en las redes sociales, pensamos que es lo mejor para cuidarnos y cuidar a la ciudadanía.
TDB: ¿Qué otra actividades pudieron hacer desde el Centro Cultural?
Christian: Suspendimos todo, hace 10 meses que estamos cerrados. Lo único que hicimos, como parte de la olla solidaria Lorenzo Maza, fue colaborar en cocinar, repartir viandas y conseguir mercadería para que se le de de comer a la gente del barrio. Esto está vigente, hay también agrupaciones de San Lorenzo, la Sub Comisión del Hincha y es sobre las calles Inclán y Muñiz. Antes eran dos días, y ahora es solo los días miércoles, de 18 a 20 horas. Estuvimos entregando alrededor de 1.500 viandas los días miércoles y sábados y bolsones que llegaron a más de 150 familias.
TDB: ¿Qué significa la murga para vos?
Christian: No es algo que se pueda explicar fácilmente, es algo que se hace y se siente, como un modo de vida. Pensamos todo el tiempo qué hacer, qué canciones inventamos, a quién criticamos o a quién podemos ayudar. Para nosotros que no tengamos el carnaval este año es como lo que le pasa al hincha de fútbol que no puede ir a la cancha. La murga significa mucho para el barrio, los vecinos nos siguen a todos lados, tenemos una especie de club de fans. Nos sentimos parte de la vida cultural porteña. Como no podremos estar esta vez, veremos cómo sigue la pandemia y pensar en la posibilidad de hacer un carnaval de invierno en lugares cerrados con las medidas de protocolos de seguridad sanitaria necesarias. Estamos manteniendo reuniones con autoridades del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
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