En menos de un minuto, cuatro delincuentes armados asaltaron una pizzería. Dos víctimas terminaron hospitalizadas y los ladrones siguen prófugos.
La noche del miércoles se convirtió en un verdadero calvario para quienes cenaban en la pizzería Jaimitos, ubicada en la esquina de México y Virrey Liniers, en el límite de Almagro y Boedo. Pasadas las 22, cuatro delincuentes armados ingresaron de manera violenta al local, mientras un quinto los esperaba en un automóvil Ford Fiesta blanco en la puerta. En apenas 56 segundos desplegaron un asalto piraña en el que redujeron a unas 30 personas que se encontraban en el salón.
Las cámaras de seguridad del lugar captaron toda la secuencia. Se observa cómo los ladrones entraron de a dos por diferentes accesos, sorprendiendo a clientes y empleados. Algunos intentaron escapar por otra puerta, mientras que la mayoría quedó paralizada por el miedo. Entre gritos y amenazas, los asaltantes obligaron a las víctimas a entregar sus pertenencias: dinero, celulares y billeteras. En varios casos, la intimidación fue acompañada por golpes en la cabeza para acelerar la entrega.
Además de robar a los comensales, los delincuentes también se apoderaron de la recaudación de la caja registradora antes de huir en el vehículo que los aguardaba afuera. La escena duró menos de un minuto, pero dejó un saldo de heridos y una fuerte conmoción en el barrio.
Tras el aviso al 911, personal de la Comisaría Vecinal 5B de la Policía de la Ciudad acudió rápidamente al lugar. Sin embargo, los asaltantes ya se habían dado a la fuga por la calle México en dirección a Sánchez de Loria. Dos víctimas debieron ser asistidas por personal del SAME debido a lesiones en el cuero cabelludo, producto de los golpes recibidos. Fueron derivadas al Hospital Ramos Mejía para su atención, aunque ambas llegaron por sus propios medios.
La investigación quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°57, a cargo de Anselmo Castelli, con la secretaría de Eduardo Bossie. Desde allí se ordenó un relevamiento de cámaras públicas y privadas para identificar el recorrido de los delincuentes y se labraron actuaciones por robo a mano armada y lesiones. Hasta el momento, no hubo detenidos.
El episodio se suma a una serie de hechos de inseguridad que vienen ocurriendo en la zona. A fines de enero, otra confitería del barrio había sido blanco de un asalto: dos hombres ingresaron a plena luz del día a un local ubicado en la zona de avenida Rivadavia y Mario Bravo. En esa oportunidad, tras intimidar a las empleadas, encerraron a las víctimas en el baño y escaparon con la recaudación. Aquella secuencia también quedó registrada por las cámaras de seguridad, que mostraron con claridad los rostros de los sospechosos.
En el caso de la pizzería Jaimitos, la crudeza de las imágenes volvió a encender la alarma en los vecinos y comerciantes de Almagro y Boedo, quienes expresaron su preocupación por la creciente modalidad del asalto piraña: ataques breves, violentos y coordinados en los que las víctimas son reducidas en cuestión de segundos.
Aunque los medios intentaron comunicarse con los responsables del local, los dueños de la pizzería prefirieron no hacer declaraciones públicas hasta tanto avance la investigación.
El violento robo de anoche volvió a poner en primer plano la vulnerabilidad de los comercios gastronómicos frente al delito, en un barrio donde, según los registros policiales, este tipo de hechos se multiplicó en los últimos meses. Para quienes estaban allí, la experiencia dejó golpes, miedo y la sensación de que la violencia puede irrumpir en cualquier momento.
