Fútbol, tango y la herencia familiar
Fundado en 1905 y hoy atendido por la familia de su histórico dueño.
A simple vista, parece una esquina más del sur porteño. Pero basta empujar la puerta de madera del Bar Quintino, en la intersección de Quintino Bocayuva y Carlos Calvo, para notar que ahí adentro el tiempo no corre al mismo ritmo que afuera.
El murmullo del tránsito se apaga detrás del vidrio, y una tibia penumbra de café antiguo lo envuelve todo. El suelo ajedrezado, las sillas de respaldo alto, la barra con marcas del uso, los banderines que cuelgan del techo y los retratos de Gardel, Pugliese y Troilo: cada objeto parece conservar un pedazo de historia.
El Quintino nació en 1905, cuando Boedo era casi campo abierto. En esa época, la ciudad terminaba unas cuadras más al norte, y por estos lugares pasaban carr...