jueves, abril 25

Cuidado con el monóxido

Es pleno invierno, el frío se hace sentir en el cuerpo, pero las estadísticas indican que los casos de intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono aumentan considerablemente por estos días, sobre todo por el accionar del fuego dentro los hogares para calefaccionar los ambientes.

Los bomberos porteños destacaron la importancia de tomar todas las medidas de prevención dentro de los domicilios contra este asesino invisible que es el producto muchas veces de las falencias en las instalaciones, artefactos a gas y salidas de aires, que provocan complicaciones en la salud de las personas.

Desde la Compañía Técnico Pericial de Bomberos de la Ciudad, el jefe de la Oficina de Investigación de Incendio y Explosión, subcomandante Martín López Calvo, sostuvo ante todo el hecho de tratar de “evitar que el monóxido de carbono se quede en casa”“Para evitar intoxicaciones es importante que un gasista matriculado revise todos los artefactos a gas, como calefones,  termotanques, la cocina y estufas, y también que la instalación esté correctamente con las rejillas de renovación de aire”, apuntó el especialista.

Para sumar mayor información, el capitán Eduardo Jamur agregó que “el monóxido de carbono es acumulativo y por más que uno salga al exterior y respire aire fresco, al volver a un ambiente viciado nos seguimos intoxicando, con riesgos hasta de perder la vida”.

[El asesino silencioso: insípido, inodoro e incoloro, es decir que no es percibido por nuestros sentidos].

Estos especialistas precisaron que los síntomas a tener en cuenta son el dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, parálisis de miembros superiores o inferiores e instaron que ante cualquier “duda o emergencia, los vecinos se comuniquen con el 911”

Consejos y Advertencias

  • Convocar a un gasista matriculado para revisar los artefactos de gas y verificar el estado de la instalación.
  • No tapar las rejillas de renovación de aire.
  • Verificar que las salidas de aire de los artefactos no estén obstruidos.
  • Utilizar la cocina para cocinar, no para calefaccionar.
  • No usar braseros porque producen combustión.
  • No utilizar caños corrugados para salida, no están aprobados y son peligroso ya que no tienen cierre hermético.
  • Prestar atención con los cerramientos ya que los gases pueden quedarse sin salida.