
En Boedo no hay ningún jardín maternal.
Ante la falta de vacantes, docentes, familias y referentes políticos redoblan el reclamo por más espacios educativos en la primera infancia.
En medio del cierre de salas en jardines de infantes de la Ciudad, la comunidad educativa de la Comuna 5 vuelve a levantar la voz: en Boedo no hay ninguna escuela infantil. La situación ya se vuelve crítica y afecta especialmente a quienes necesitan vacantes para niñas y niños de 45 días a 3 años de edad.
La oferta estatal es reemplazada parcialmente por Centros de Desarrollo Infantil (CeDI) o Centros de Primera Infancia (CPI), espacios que dependen del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat. En Almagro, el CeDI N.º 5, ubicado en Pringles al 300, intenta contener la demanda, pero su alcance es limitado. “Un CeDI no tiene la misma propuesta pedagógica ni las condiciones edilicias que un jardín maternal”, explican desde la comunidad.
Desde hace años, familias, docentes y organizaciones del barrio reclaman que el edificio de Pringles 340 —donado por el artista Eduardo Sívori en 1918 para fines sociales, educativos y culturales— funcione como un jardín maternal público.
“Hace muchísimo que venimos reclamando que en ese edificio funcione un jardín maternal. Incluso hubo intentos de subasta que logramos frenar con movilizaciones y un amparo judicial”, sostiene Yamila Iphais Fuxman, comunera por Unión por la Patria. Y agrega: “No se trata solo de infraestructura: hay una crisis docente, con sueldos bajos y malas condiciones de trabajo, que agrava el problema. Y mientras tanto, las mujeres siguen siendo las principales afectadas, porque son quienes cargan con las tareas de cuidado cuando no hay vacantes”.
Desde la Multisectorial por la Educación refuerzan el diagnóstico: “En la Comuna 5 hay más de 500 vacantes sin cubrir en el nivel inicial, y el 80% corresponde a jardines maternales”, detalla Cecilia Uriarte. “En Almagro hay apenas dos maternales y en Boedo no hay ninguno. Además, en los últimos 17 años no se abrió ninguna escuela nueva en la comuna”.
La comunidad no baja los brazos. Se están recolectando firmas para presentar nuevamente un proyecto ante la Legislatura porteña, tal como se hizo en años anteriores.
Pablo Cesaroni, de la organización Cooperadores en Acción, advierte: “Este reclamo también busca frenar otro posible negocio inmobiliario. La Constitución de la Ciudad establece claramente que la educación pública debe estar garantizada desde los 45 días de vida. Hay leyes que nos respaldan, pero el Gobierno las ignora sistemáticamente”.
Un edificio con historia y lucha
El inmueble de Pringles 340 no solo es símbolo de un reclamo vigente: también fue escenario de resistencia. En 2023, un grupo de mujeres que atravesaban situaciones de violencia de género lo habitó como “Casa Pringles”, un espacio de contención, actividades culturales, apoyo escolar y merendero. Pero el 17 de junio, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta ordenó un desalojo violento.
“Eran mujeres organizadas que habían convertido ese espacio en un verdadero refugio con propósito comunitario. A pesar de todo, fueron desalojadas”, recuerda Fuxman.