jueves, febrero 13

Biblioteca Mariano Boedo

En la Comuna 5 hay muchos espacios importantes, pero esta institución ya tiene su lugar en el barrio.

En Boedo se encuentra la Biblioteca Popular Mariano Boedo la cual fue creada, en un principio, dentro del club homónimo sobre la Avenida San Juan. Más tarde fue refundada con la ayuda de los vecinos en la calle Maza 755, su ubicación actual.

El Presidente de la Comisión Directiva, Raúl Artelino, nos explicó su rol multifacético dentro de la biblioteca, donde además de basarse en la toma de decisiones administrativas, también cumple con el rol de bibliotecario y se encarga de tareas relacionadas con el mantenimiento del edificio.

Como predecesores de Artelino, podemos hacer mención a personas igual de comprometidas que él, tales como María del Carmen Lira y Héctor “Mojarra”  Ruiz quienes fueron parte del grupo de vecinos solidarios que ayudaron a la refundación del lugar.
Artelino contó una anécdota de sus inicios cuando debieron organizar una función de títeres para un jardín de infantes. En dicho evento, los empleados fueron los protagonistas. Aunque no todo fue color de rosas, ya que el sonido y los efectos especiales fallaron, debieron improvisar con sus voces. Expresó que fue una experiencia divertida y que “salió muy bien, pero transpiramos la camiseta”.

Considerando lo narrado por él, se puede hablar que las bibliotecas populares cumplen un rol de mayor importancia de lo que la sociedad cree ya que operan como el nexo entre la escuela y el hogar. Cuentan con grandes profesionales (maestros jubilados, psicólogos, entre varios otros), permiten el acceso a diversas actividades culturales (libres y gratuitas), sumándose esto a las clases que se dictan de manera arancelada. Con respecto a la lectura de libros en el establecimiento, esta actividad no requiere de ningún tipo de gasto. En el caso de querer llevarse un libro, esto amerita la asociación a la biblioteca.

Profundizando sobre la refundación del lugar, Artelino resaltó lo tedioso que resultó el proceso burocrático para reubicarse. Recordó el gran vacío que provocó el cierre del Club Mariano Boedo siendo los vecinos partícipes fundamentales del “Renacimiento” de la biblioteca. Los mismos recorrieron las calles del barrio en búsqueda de nuevos lectores. Por esta situación, el programa “Telenoche” los apodó como “Los Quijotes Modernos”.

En relación a las nuevas tecnologías, Artelino reflexionó sobre la necesidad de convivencia con los estilos anteriores sin confrontar. Mencionó la inclusión progresiva de las mismas, especialmente en tiempos de pandemia, cuando se debió recurrir a programas como Zoom, creándose por aquel entonces el proyecto virtual “Club del cuento”.

Para concluir, postuló como aspecto característico del establecimiento la inclusión de jóvenes, que la ejemplificó con un exitoso evento mensual llamado “Música entre libros”. Este incluye música y poemas destinados a artistas emergentes. 

Finalizando, considera que la biblioteca se encuentra infravalorada debido a que se trata de un espacio donde los jóvenes pueden expresarse artísticamente y las personas mayores logren seguir activos post-jubilación. Además, aspira a que la biblioteca deje como legado la libertad de elección, concluyendo con la frase “Un pueblo culto es un pueblo libre”.

 

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