
La Ciudad instalará 20 puestos en distintos barrios durante Navidad y Año Nuevo. Todos los conductores que den positivo serán inhabilitados.
La Ciudad de Buenos Aires intensificará los operativos de alcoholemia durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, con la instalación de 20 puestos de control distribuidos en distintos barrios, informó la Secretaría de Transporte y Obras Públicas porteña. La medida busca reducir los siniestros viales vinculados al consumo de alcohol, uno de los factores más frecuentes en accidentes con víctimas fatales en la ciudad.
Según el comunicado oficial, se estima que uno de cada cinco siniestros fatales registrados en Buenos Aires está relacionado con el consumo de alcohol, lo que convierte a estos controles en una política clave de prevención. Los Agentes de Tránsito realizan operativos de manera permanente a lo largo de todo el año, pero durante las fiestas se duplicará la presencia en la calle para reforzar la seguridad.
Entre 2016 y noviembre de 2023, los controles de alcoholemia en la Ciudad se incrementaron en más de 200%, mientras que la proporción de positivos disminuyó de 3,3% a 1,2%, lo que refleja un impacto positivo en la reducción de conductores que manejan bajo los efectos del alcohol. En 2023, se realizaron más de 1.100 controles diarios, un 12,3% más que en 2022, y se detectaron en promedio 14 conductores positivos cada día, con la retención de 4.505 licencias de conducir durante un período mínimo de dos meses.
Durante los operativos se verifica la documentación obligatoria para circular: licencia de conducir vigente, cédula verde del vehículo y seguro. Además, se realiza un examen inicial para detectar la presencia de alcohol en sangre, y en caso de resultar positivo se aplica un test con alcoholímetro para determinar el nivel exacto de alcohol. Los conductores que superen los límites permitidos son inhabilitados por un mínimo de dos meses y un máximo de dos años.
En la Ciudad de Buenos Aires, los límites legales de alcohol en sangre son estrictos: 0,5 gramos por litro para conductores de vehículos particulares, 0,2 gramos por litro para motociclistas y 0,0 gramos por litro para principiantes y conductores profesionales. Estas regulaciones buscan garantizar que todos los conductores mantengan condiciones óptimas de seguridad al volante, minimizando riesgos para ellos mismos y para terceros.
La implementación de estos operativos busca además generar conciencia en la población sobre la importancia de no conducir bajo efectos del alcohol. Los puestos de control estarán ubicados estratégicamente en zonas de alta circulación y en puntos cercanos a espacios de recreación, centros comerciales y calles transitadas durante las celebraciones de fin de año.
El operativo se suma a las políticas generales de movilidad segura que desarrolla la Ciudad, combinando control efectivo, educación vial y concientización ciudadana. La Secretaría de Transporte y Obras Públicas recordó que todos los conductores deben cumplir con las normas de tránsito y que el respeto a los límites de alcohol y la documentación vigente son fundamentales para preservar la seguridad en el espacio público.
Con esta medida, la Ciudad busca reducir la cantidad de accidentes viales relacionados con el consumo de alcohol y proteger a vecinos, visitantes y conductores durante las festividades, reforzando la prevención y el cuidado de todas las personas en las calles porteñas.