
A partir de septiembre, el Gobierno porteño gestionará las líneas de colectivo que circulan exclusivamente dentro de su territorio. Con el traspaso, la Ciudad absorberá el 100% de los subsidios para evitar aumentos de tarifa.
El Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires firmaron un acuerdo para el traspaso de las líneas de colectivo que circulan exclusivamente dentro de los límites de la Capital Federal. Desde septiembre, la Ciudad asumirá la administración total de estos servicios, incluyendo la gestión operativa, la fijación de tarifas y recorridos, así como el otorgamiento de subsidios.
La medida representa un cambio significativo en el esquema de responsabilidades en materia de transporte urbano. En adelante, será el Gobierno porteño quien defina el funcionamiento del sistema de colectivos locales, mientras que la Nación conservará el control de las líneas interjurisdiccionales, es decir, aquellas que cruzan desde o hacia la Provincia de Buenos Aires.
Por otra parte, el traspaso se concretará mediante una etapa de transición técnica y administrativa de al menos 30 días. Durante ese plazo, ambas jurisdicciones trabajarán de forma coordinada para garantizar que los usuarios no sufran alteraciones en el servicio. El objetivo compartido es que la transferencia sea ordenada y efectiva, y que la continuidad operativa se mantenga sin inconvenientes para los pasajeros.
El acuerdo alcanzado busca completar un proceso de descentralización pendiente desde 2012, cuando se había concretado el traspaso de los subtes y el Premetro a la órbita porteña, pero habían quedado excluidas las líneas de colectivos que circulan sólo dentro de la Ciudad.
De esta manera, el Gobierno de la Ciudad se compromete a cubrir el 100% de los subsidios necesarios para sostener el sistema. Esto implica que la administración local deberá cubrir hasta dos tercios del costo total de cada boleto para evitar un aumento inmediato de tarifas.
Este esquema de subsidios también contempla la continuidad del programa Red SUBE, que permite acceder a descuentos del 50% y 75% en combinaciones de viaje dentro de las dos horas, beneficio que ahora será financiado por la Ciudad para las líneas que administre.
Por su parte, el Gobierno Nacional seguirá garantizando los descuentos por Red SUBE en los servicios interjurisdiccionales, además de sostener la Tarifa Social en todo el país, que actualmente beneficia a más de 5,3 millones de personas con un descuento del 55%.
Desde el Gobierno Nacional destacaron que esta medida responde a un criterio de ordenamiento institucional, ya que las competencias sobre los transportes provinciales y municipales corresponden exclusivamente a las respectivas jurisdicciones. En esa línea, remarcaron que el traspaso permite completar un proceso de organización del sistema de subsidios y responsabilidades, promoviendo una gestión más eficaz y focalizada.
Con este traspaso, la Ciudad podrá diseñar su política de transporte público con mayor autonomía, dado que, con el nuevo esquema, el Gobierno porteño tendrá potestad plena sobre diferentes aspectos del sistema de transporte automotor local. Es que, desde ahora, podrá controlar frecuencias y recorridos, realizar la fiscalización del parque móvil, revisar los permisos de explotación, desarrollar la planificación de servicios nocturnos y supervisar las inscripciones obligatorias de los prestadores.
Foto: GCBA.
Redactor de www.tintasdeboedo.com.ar