martes, abril 23

Cooperativas porteñas y provinciales fabrican barbijos

Para hacer frente a la crisis sanitaria que estamos atravesando desde que se declaró la pandemia por coronavirus, muchos sectores de la economía debieron suspender momentáneamente sus actividades para que evitar que colapse el sistema de salud.

Ante esta nueva realidad, numerosas cooperativas textiles y empresas recuperadas de la ciudad y otras provincias país se reorganizaron y empezaron a fabricar barbijos e insumos sanitarios para distribuirlos en distintos centros de salud o en aquellos lugares que requieran de estos elementos de protección.

Tal es el caso del Grupo Cooperativo Mutual Devoto, que ante una actividad textil que quedó suspendida empezó a confeccionar barbijos llegando a las 150 mil unidades por día. Esta cooperativa, que desarrolla múltiples actividades productivas y de servicios, encontró en la confección de insumos sanitarios una manera de ayudar y hacerle frente a la crisis.

Otras dos cooperativas de trabajo que siguen el mismo camino son Ziza y Kbrones, ambas conformadas por presidiarios o ex presidiarios.

La primera funciona en la Unidad Penitenciaria N° 6 de Rosario, mientras que la otra tiene su taller en el barrio porteño de Barracas. Esta última se creó en el 2009 con el objetivo de colaborar en la reinserción social de personas con antecedentes penales y entre ambas están produciendo 25.500 barbijos por semana que son destinadas al sistema de salud, al carcelario y al Sindicato Único de Trabajadores de Edificios (SUTERH).

Por otro lado, se encuentra la Red Textil Cooperativa que es proveedora del ministerio de Salud bonaerense y de la gobernación de Salta. Trabajan con la idea de poder producir 18 mil barbijos por día y para tal fin van sumando cooperativas en distintos lugares del conurbano.

Para llevar adelante la elaboración de barbijos sanitarios tuvieron que capacitarse en el uso de los insumos, en el diseño de las prendas y para su producción pidieron asesoramiento a los técnicos del INTI.

Construcoop y San Fernando Textil, dos cooperativas de Catamarca que habían parado su producción, se unieron y hoy sus 22 operarios fabrican 20.000 barbijos semanales para agentes sanitarios y de seguridad pública.

También en Entre Ríos, siete cooperativas textiles de diferentes localidades de la provincia confeccionan insumos sanitarios como barbijos, camisolines y cofias que son distribuidos en organismos y dependencias del Estado entrerriano. Estiman que la producción de estos elementos de protección llegará a más de 37 mil unidades.

Estos son solo algunos ejemplos del trabajo inmenso que hacen los distintos actores de la economía solidaria a lo largo y ancho del país para garantizar el acceso a insumos sanitarios y hacerle frente a esta dura realidad que nos toca vivir mundialmente.

Ph: Ansol.