
Un principio de incendio en los equipos de aire acondicionado obligó a evacuar la planta. Tres empleados fueron asistidos con oxígeno por inhalación de humo.
Este jueves por la mañana, un foco ígneo se detectó en la fábrica de alfajores Jorgito, ubicada en la esquina de las calles 33 Orientales y Las Casas, en el barrio porteño de Boedo. Según informaron desde el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), el incendio se originó en los pisos superiores, específicamente en los equipos de aire acondicionado, y fue rápidamente controlado por los Bomberos de la Ciudad.
El operativo se desarrolló con rapidez y eficacia. Fueron evacuadas de manera ordenada y en calma 88 personas que trabajan en la planta. Durante la emergencia, tres empleados tuvieron que ser asistidos con oxígeno debido a la inhalación de humo, aunque ninguno requirió traslado a un centro médico, y todos se encontraban fuera de peligro. La rápida intervención del personal médico y de emergencia evitó complicaciones mayores.
Alberto Crescenti, titular del SAME, detalló a medios nacionales que se desplegaron diez móviles para asistir a los trabajadores, destacando la coordinación con los cuerpos de bomberos que trabajaron para sofocar el fuego en el lugar. El tránsito vehicular en la zona permaneció cortado mientras duró el operativo para garantizar la seguridad de los presentes.
La fábrica Jorgito, una empresa con casi 60 años de historia, es un emblema de la industria alimenticia en Buenos Aires. Fundada por las familias Amador Saavedra y José Fernández, la compañía comenzó con pocos empleados y ha crecido hasta convertirse en una gran planta que actualmente emplea a 250 personas y produce entre 500 mil y 600 mil alfajores por día. La marca se ha consolidado como un clásico en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, donde comercializan el 75% de su producción.
Carlos “Cacho” Fernández, actual director de la empresa y representante de la segunda generación familiar, destacó en entrevistas previas la importancia de la planta en Boedo, donde se trasladaron en 1994 para contar con un espacio más amplio. La empresa mantiene además un fuerte vínculo familiar y comunitario.
El incendio ocurrido en la planta generó preocupación, pero gracias a la rápida actuación de los servicios de emergencia y la colaboración de los trabajadores, no hubo heridos de gravedad ni daños mayores. La fábrica retomó sus actividades una vez finalizadas las tareas de remoción y control del foco ígneo.
Las causas del incendio se atribuyen a una combustión originada en los sistemas de aire acondicionado del piso superior. Los bomberos actuaron con celeridad para evitar que el fuego se propagara a otras áreas de la planta. El operativo fue considerado un éxito en cuanto a la prevención y contención del siniestro.
Este hecho también pone en evidencia la importancia de contar con protocolos de seguridad y evacuación bien ensayados en espacios industriales de gran magnitud. En este sentido, la empresa Jorgito demostró contar con un plan de emergencia efectivo, ya que la evacuación se realizó sin incidentes y con total orden, evitando situaciones de pánico o lesiones entre los trabajadores.
Boedo, barrio con una fuerte identidad cultural y popular, se vio movilizado por esta noticia que rápidamente fue viralizada en redes sociales y medios locales. La fábrica Jorgito, como un símbolo barrial, recibió muestras de apoyo de vecinos y clientes, quienes valoraron el trabajo de los equipos de emergencia y expresaron su deseo de pronta recuperación para la planta y sus trabajadores.