
El Gobierno porteño completó su Plan de Arbolado 2024. Las nuevas especies buscan mitigar el cambio climático y reponer lo perdido tras el temporal.
Durante este 2024, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires alcanzó la meta del Plan de Arbolado, con la plantación de 18.074 nuevos árboles en calles y espacios verdes de las 15 comunas. Se trata de un 50% más de árboles que los colocados en 2023, y más de un 20% por encima del promedio de los últimos años. El refuerzo tuvo como objetivo no solo fortalecer el arbolado urbano ante los desafíos ambientales, sino también compensar las pérdidas provocadas por las fuertes tormentas del pasado diciembre.
“Cumplimos lo prometido, plantar tres árboles por cada uno que cayó en el temporal”, afirmó el jefe de Gobierno Jorge Macri. Según datos oficiales, 3.074 árboles se sumaron especialmente en respuesta a ese evento climático, mientras que los 15.000 restantes formaban parte del plan original de plantación. La estrategia fue coordinada por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, con trabajos realizados entre mayo y noviembre, el período más adecuado para minimizar el estrés de trasplante de los ejemplares.
Las acciones se desplegaron en todos los barrios. El operativo incluyó 7.500 nuevas planteras en veredas, la repoblación de 6.131 planteras vacías, relevadas y repobladas y la plantación de 4.443 árboles en espacios verdes, siempre respetando la vegetación y el diseño paisajístico original de cada zona.
En total, se plantaron 30 especies diferentes, seleccionadas según el entorno y el Plan Maestro de Arbolado. Las cinco más elegidas este año fueron jacarandá, plátano, tilo, crespón y fresno americano. Además de embellecer la Ciudad, estos árboles cumplen un rol fundamental en la retención de agua, algo clave frente al aumento del 11% en las precipitaciones detectado en los últimos años, y en la reducción del efecto de “isla de calor” en zonas densamente urbanizadas.
“El cuidado del patrimonio natural es una prioridad para nuestra gestión. Plantar nuevos árboles no solo hace que la Ciudad esté linda, también mejora la calidad del aire, regula la temperatura y genera espacios más saludables para vivir”, señaló Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.
Actualmente, según el último censo del arbolado, la Ciudad cuenta con alrededor de 430.000 ejemplares, entre los distribuidos en la vía pública y los ubicados en parques y plazas. El mantenimiento está a cargo de las comunas, a través de la Subsecretaría de Gestión Comunal.
Desde el Gobierno explican que un árbol urbano necesita entre 15 y 20 años para alcanzar un tamaño funcional que permita absorber carbono, purificar el aire y brindar sombra efectiva. Al llegar a su madurez, entre los 40 y 50 años, cada ejemplar puede ofrecer su máximo nivel de beneficios ecosistémicos. Por eso, subrayan, mantener e incrementar el arbolado no es solo una cuestión estética, sino una herramienta esencial frente al cambio climático y para mejorar la calidad de vida urbana.