
Esta semana las redes sociales invadieron con el hasgtag #EmergenciaCulturalBA lanzado por más de 60 organizaciones, colectivos y espacios junto a trabajadores y trabajadoras de la cultura.
Esta campaña se realizó con el objetivo de que se decrete la emergencia cultural en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
TdB conversó con referentes de tres experiencias culturales de la Comuna N° 5 para indagar cuál es la situación en nuestro terruño cotidiano.
“La mayoría de nuestras fuentes de trabajo, proyectos y espacios están en peligro real”, afirman en un documento del sector que lleva la firma y acompañamiento de representantes de la cultura como Cecilia Roth, Luisa Kuliok y Cristina Banegas, entre otros.
Las organizaciones piden la implementación de una renta cultural extraordinaria mientras dure la emergencia sanitaria, la aprobación por parte de la legislatura porteña de proyectos de ayuda económica a espacios y trabajadores y trabajadoras del sector cultural, librerías y editoriales independientes y la creación de una mesa de trabajo con el Ministerio de Cultura porteño.
“A los teatros nos golpea de una forma muy dura y nos hace tener cero por ciento de actividad, más allá de alguna actividad virtual que algunos espacios eligen hacer. Cerraron muchas salas y otras están en situaciones críticas, es necesario que se tomen medidas concretas económicas más allá del protocolo y de cuándo va a volver a haber actividad teatral en las salas.Es necesario que se escuchen las voces de los artistas”, dijo en diálogo con TdB Rocío Maruenda de La Maza Teatro (Maza 908).
Por su parte, Mariela Jungberg, referente de la Casona Cultural de Humahuaca (Humahuaca 3508) contó a este medio digital que “hoy tenemos las persianas cerradas, seguimos pensando que no se puede abrir aún para cuidar a la comunidad. Estamos realizando acciones para sostener puestos de trabajo, tuvimos que reconvertir el bar en almacén con productos elaborados. Estamos resistiendo económicamente gracias al barrio y a la comunidad casonera con la campaña 500×100, se trata de quinientas personas que aportan cien pesos para cubrir los gastos, sino ya hubiéramos cerrado definitivamente las puertas”.
Se sumó al reclamo Pablo Leibsonde, integrante de la Casa Gatica (Sánchez de Bustamante 551), quien manifestó en diálogo con la redacción de TdB que “estamos planteando políticas públicas urgentes para que los trabajadores y las trabajadoras de la cultura y los espacios culturales sobrevivan a la pandemia. Esta situación no es nueva, es la profundización de un proceso que se da hace cuatro años a nivel nacional en el cual el sector de la cultura tuvo que soportar tarifazos de servicios públicos, y una crisis económica que produjo que la gente vaya menos al teatro. Todo eso implicaba una crisis que ahora en este contexto se profundiza y se hace más evidente”.
“Al GCBA le exigimos ayuda económica y regulación para el sector, del mes de marzo que no tenemos respuestas ni ayuda. No podemos mirar a largo plazo, es semana a semana. Lo que estamos haciendo es luchar y resistir”, agregó durante la entrevista Mariela Jungberg.
Lamentablemente la situación de la cultura porteña es crítica y las organizaciones de la cultura esperan que desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presenten un plan de acción concreto para resolver la situación de emergencia que están atravesando actualmente.
Mientras tanto, y como muestra de la importancia de estos espacios y su solidaridad hacia los sectores más vulnerables de la sociedad, están realizando ollas populares los días lunes de 12:30 a 14:30 en la Casona Cultural de Humahuaca y los días sábados de 13:00 a 15:00 en Casa Gatica.

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