
Asaltaron a 16 comensales en Boedo y hay seis detenidos.
Una cena de domingo terminó en pánico en el corazón de Boedo. Eran pasadas las 21 cuando seis delincuentes armados irrumpieron en el restaurante La Pituca de Boedo, ubicado en la esquina de Inclán y Castro. El lugar, conocido por su ambiente familiar y su cocina tradicional, se transformó en cuestión de segundos en el escenario de un violento asalto bajo la modalidad piraña.
En total, 16 comensales y la encargada del comercio fueron despojados de sus pertenencias. Los ladrones actuaron con precisión y rapidez: encapuchados, tres de ellos con armas de fuego, redujeron a los presentes y exigieron carteras, celulares, relojes, camperas, riñoneras y hasta un anillo. También se llevaron el dinero de la caja registradora. Afuera, un séptimo cómplice los esperaba en un Volkswagen Gol Trend negro, que había sido robado un día antes en Avellaneda.
Todo el asalto quedó registrado por las cámaras de seguridad del local. Las imágenes son escalofriantes: se ve cómo los delincuentes ingresan en grupo, intimidan a los clientes, revisan mesas, bolsos y bolsillos con total impunidad y huyen rápidamente en el auto. La escena duró apenas unos minutos, pero el impacto entre las víctimas fue duradero.
Una banda que ya estaba en la mira
La investigación se activó de inmediato. La División Investigaciones Comunales 5 de la Policía de la Ciudad, bajo las órdenes de la fiscal Silvana Russi, comenzó a reconstruir los movimientos de la banda. Gracias a los registros de cámaras, la geolocalización de celulares y publicaciones en redes sociales, lograron ubicar el Volkswagen en el barrio porteño de Nueva Pompeya. Al día siguiente del robo, los agentes identificaron el vehículo circulando y, tras una breve persecución, detuvieron a seis sospechosos.
Dentro del auto encontraron dos pistolas, celulares robados, una llave de un Ford y varias prendas que coincidían con las que usaron durante el asalto. Uno de los detenidos, menor de edad, había publicado en Facebook una foto ostentando billetes de USD 100, una suma que coincide con el dinero robado a uno de los comensales del restaurante.
Los detenidos tienen antecedentes penales y viven en barrios como Dock Sud y Villa Zavaleta. También están acusados de haber robado el auto que usaron en el ataque, en un hecho ocurrido el 6 de julio en Avellaneda, donde asaltaron a una familia y golpearon al conductor antes de fugarse con el vehículo y una campera.
¿Una banda dedicada a atacar restaurantes?
La fiscalía investiga ahora si la misma banda estuvo involucrada en otros hechos recientes. En la noche del asalto a La Pituca, se denunció un robo similar en una pizzería de Barracas, a pocas cuadras del Parque Lezama, donde cinco delincuentes con un modus operandi casi idéntico ingresaron a un local y asaltaron a clientes y empleados.
Pero no fue el único episodio reciente. El viernes previo al Día del Amigo, otro restaurante de la zona fue blanco de un asalto en grupo. En la parrilla El Nuevo Miguelito, ubicada a solo nueve cuadras de La Pituca, ocho delincuentes armados robaron a 60 personas en apenas diez minutos. También allí se registraron imágenes impactantes de los asaltantes ingresando violentamente, recorriendo las mesas, y llevándose celulares, billeteras y hasta camperas.
Reclamos por la Ley de Reiterancia
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se expresó en redes sociales tras el caso de La Pituca de Boedo y apuntó nuevamente a la necesidad de sancionar una Ley de Reiterancia a nivel nacional. “Esto no hubiera pasado si estos delincuentes, que ya tenían más de 9 antecedentes, hubieran estado donde tienen que estar: presos”, escribió. “El único lugar para los delincuentes es la cárcel”.
Por su parte, el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, celebró la rápida acción policial: “Detuvimos a la banda que robaba restaurantes. En la Ciudad, el que comete un delito termina tras las rejas. Es con orden”.
Preocupación entre comerciantes y vecinos
Mientras la causa judicial avanza, crece la preocupación en la zona. Comerciantes y vecinos del corredor gastronómico de Boedo, cada vez más consolidado y visitado, temen una ola de robos violentos que atente contra el crecimiento barrial. “No se trata solo de la pérdida económica, sino del miedo que queda. Fue una situación traumática para todos”, relató una moza del local asaltado.
Desde la Comisaría Vecinal 4B aseguraron que se reforzarán los patrullajes nocturnos y que se está trabajando en conjunto con otras jurisdicciones para identificar a posibles cómplices prófugos. Mientras tanto, la causa sigue su curso y no se descartan más detenciones en las próximas horas.