domingo, octubre 1

“Ver el despliegue de mis alumnas me hace feliz”

 

Alma de Proa brinda talleres de bordado mexicano para todas las edades en la Comuna N° 5. Charlamos con la alma mater de la propuesta, Liliana Mayoral.

“Abrí Alma de Proa el día de mi cumpleaños N° 68, el 23 de setiembre de 2019. Como una apuesta existencial por un vivir sabroso, parafraseando a Francia, la vicepresidenta se Colombia. En unas semanas cumplo 71 años y el espacio 3 años”.

Así arrancamos la charla con Liliana Mayoral, la fundadora de Alma de Proa, el espacio taller ubicado en Carlos Calvo 4005, casi esquina Quintino Bocayuva, en nuestro barrio de Boedo.

En la charla transmite pasión y entusiasmo por lo que hace, y se brinda en forma total.

Hoy, brinda un taller de bordado mexicano y en esta charla cuenta a TdB todas características y especificaciones.

Tintas de Boedo: ¿En qué consiste el bordado mexicano?

Liliana Mayoral: El bordado mexicano es una artesanía porque básicamente es hecho a mano, más allá de que existen versiones hechas a máquina. Llena de color y textura tanto en prendas de vestir como objetos de decoración y objetos de uso cotidiano. En general, se caracteriza por ser sumamente colorido, combinaciones que no le temen a mezclar colores que en general a nosotros nos resultan increíbles y no se nos ocurrirían. Pero cuando uno ve los bordados y uno visita México se da cuenta que el arte florece libre cruzando colores y combinaciones hermosas. También uno encuentra bordados que son monocromáticos, incluso con el mismo color de la tela sobre la cual se borda y son también muy hermosos.

TdB: ¿Qué características tiene?

LM: Estas son las características principales: diversidad de puntos, de colores, puntos en relieve, puntos planos, que hacen a la estética muy atractiva.

TdB: El taller que brindas, ¿en qué consiste?

LM: Consiste en clases de dos horas con todos los materiales incluidos. Lo que tengo son telas con diseños que yo voy armando y cada alumna elige el que quiere bordar. No es que es una clase dirigida y que todas hacen lo mismo. Lo que mas intento es que cada participante empiece a encontrarse y desarrollar la propia creatividad y la propia estética que todos y todas tenemos. Entonces, sobre la base del diseño que eligen, también esta incluido el bastidor y la aguja, tengo en el taller una pared entera llena de frascos con madejitas de todos los colores de tal manera que cada persona también elige qué colores de acuerdo a lo que le gusta y donde va a colocar cada bordado para que combine en su casa y con su vestimenta. Y así cada uno se va encontrando con su paleta de colores. La combinación con los colores es un camino maravilloso.

TdB: ¿Cómo es la experiencia colectiva en el espacio?

LM: Para mi, una de las cosas mas interesantes es la relación que se va tramando entre todos los participantes, donde yo estoy incluida. En su momento pensaba que armábamos una red. Pero dejo de gustarme ese término de la red porque es como conectar cosas sueltas. En cambio, lo que vamos armando entre todas es una trama. Una trama que tiene que ver con puntos, con colores, con historias, con compartir experiencias, con acompañarnos en cosas dolorosas o en cosas alegres. Por ejemplo, hoy vamos a festejar el cumpleaños de Nora que va a traer un rico budín y en todos los talleres tomamos un refrigerio para compartir.

TdB: ¿Con qué compararías la experiencia del bordado?

LM: Además, el bordado es… como dice una de mis alumnas, como “meditar”. Te concentras, aun estando en el grupo, vas viendo qué querés poner, como van surgiendo los colores, como te va quedando, como vamos explorando puntos nuevos. Para mi, en mi propia experiencia, es como bucear. He tenido la suerte de bucear en distintos lugares y es como cuando me sumerjo. Entro en otra dimensión del tiempo, de armonía, de lentitud. Entonces, uno se va encontrando con cosas mas originarias frente al trajín de ángulos agudos que nos propone la vida cotidiana de apuros, corridas para llegar al trabajo, los chicos a la escuela, tomar el colectivo o el tren. El bordado, como el buceo, es meterse en un espacio de tiempo donde todo es mas armónico, donde todo es mas circular. Tiene que ver con gestos, con la manera como uno pone la aguja, atraviesa la tela y pone un punto. Y así vamos.

TdB: ¿Cómo es tu método de enseñanza?

LM: Mi método de enseñanza como va surgiendo todo. A partir de los diseños de punto, vamos con ese punto y todas van mirando, para incluirlos o no en sus bordados. Yo digo que lo que me hizo a mi abrir este espacio es llenarle la cajita de herramientas. Eso significa: las herramientas son los puntos, sus modificaciones y combinaciones, y después abrirles la puerta para que salgan a jugar. La imagen que me viene es que veo que llegan acá, nunca agarraron una aguja o la agarraron cuando iban a la escuela muchos años atrás. Y de pronto, las veo aletear. Empiezan a mover las plumitas y alitas, y empiezan a volar. Ver el despliegue de mis alumnas me hace feliz.