El mítico edificio ubicado en Pavón 3939 reabrió sus puertas al público con un bar temático y un espacio cultural. Tintas de Boedo participó de la visita guiada que realizan los sábados por la tarde para conocer más sobre la historia de este gran artista que soñó con construir este castillo una noche de luna llena cuando iba a hacer una nota para el viejo Canal 11.
Luis Ortiz, es el director de este nuevo espacio cultural y junto a Pablo Ferraudi, hijo de Olga Garaventa, se asociaron para poner en valor el edificio y para desarrollar el nuevo proyecto, que se llama Centro de las Artes y Viticultura de la Argentina (CAVA).
Durante la visita guiada Luis Ortiz contó que el diseño del castillo lo realizó el propio Sandro y que los planos están firmados por Roberto Sánchez, tal como se ve en el cuadro que está al ingreso de lugar. Ortiz explicó que “la idea original de Sandro era poner su estudio de grabación porque estaba muy desilusionado por cómo se manejaban las discográficas en esa época, ira grabar era casi un trámite y Sandro quería hacer otro proceso creativo con su banda y por eso quería tener su propio estudio de grabación en este castillo, quería tener su propio Abbey Road en Buenos Aires”, concluyó el director del espacio.
Sin embargo, eso nunca prosperó por varios motivos que el Director del Centro CAVA fundamentó durante la visita guiada y el castillo, que tardó 12 años en construirse, finalmente se destinó para instalar las oficinas de Sandro y la de su representante Aldo Aresi.
Y fue precisamente en este edificio, de estilo medieval con imponentes arañas, faroles, enrejados de hierro macizo, arcos góticos y vitrales donde conoció a Olga Garaventa, quien fue primero su empleada y luego su compañera de vida. “Sandro le dice a su representante que la persona que contrataran para trabajar ahí no tenía que ser fan de él, que quería tener total reserva en su lugar de trabajo y así fue como Olga, que vivía cerca de ahí y trabajaba limpiando para mantener a sus dos hijos,fue recomendada por algunos vecinos de la zona y consiguió el empleo”, detalló Luis.
Y justamente es en la primer oficina donde trabajó Olga que hoy está el bar temático ambientado con objetos personales del Gitano como fotografías, el manuscrito original de “Te propongo”, el primer simple que graba en su carrera en 1963, la escenografía original del Show “El nombre de la rosa” del 2001, instrumentos musicales que usó en sus películas, un retrato que le hizo el fotógrafo Aldo Sessa, su vaso de whisky preferido y otros tantos recuerdos que vale la pena conocer.
También en el primer piso funciona Radio AMEP, que se puede escuchar y ver online y que tiene dentro de su grilla un programa hecho por “las nenas de Sandro” tal como las había bautizado el músico.
Si bien la apertura del Centro de las Artes y Viticultura de la Argentina (CAVA) se realizó en octubre de 2019 y fue declarado sitio de interés cultural por la legislatura porteña, el año pasado tuvieron que atravesar los embates de la pandemia y luego de más de un año de inactividad volvió a abrir sus puertas al público con visitas guiadas, obras de teatro, ciclos de música, escuela de vinos, clases de Taekwon Do, entre otras actividades.
Sin dudas, este imponente castillo de 950 metros cuadrados, 3 pisos y paredes blancas es un espacio donde se respira de principio a fin el legado de este maravilloso artista que solía decir entre sus allegados “no se puede lo que verdaderamente no se quiere”.
Ph: Mercedes Acosa Quintas (@mechi_aq).-
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