Desde que se declaró la emergencia sanitaria en el mes de marzo de este año por la aparición del virus COVID-19, mas conocido como coronavirus, todos los circuitos de entretenimiento del país debieron suspender de manera inminente sus actividades presenciales.
Esta medida generó un impacto profundo en la industria cultural, en especial para los espacios culturales independientes o autogestionados que tuvieron que salir a reinventarse para poder sobrellevar la crisis de la mejor manera posible.
Así fue como Timbre 4 (Boedo 640) decidió armar el ciclo “Teatro para ver en casa” para estar cerca y mantener el vínculo con el público de la sala hasta que todo vuelva a la normalidad.
Maxime Seugé, productor general del teatro Timbre 4, conversó con este medio digital y contó cómo tuvieron que rearmarse ante esta nueva coyuntura: “De un día para el otro nos encontramos en una situación difícil, no podíamos continuar con las actividades planificadas para este año y sentíamos que nos estaban cortando las alas. Por eso decidimos compartir tres obras teatrales de timbre 4 gratis para que de esa manera no se corte el vínculo con la gente”. “El viento en un violín”, “Dinamo” y “Emilia” fueron las primeras obras teatrales que subieron a sus redes y luego compartieron “La omisión de la familia Coleman”, obra emblemática de Timbre.
La propuesta no es solo compartir un link a través de las redes sociales y que los espectadores se conecten cuando quieran, sino que intentan, desde la virtualidad, recrear la mística que tiene el teatro. Para lograrlo fijan un horario de conexión donde el director de Timbre 4, Claudio Tolcachir, empieza a transmitir en vivo para recibir a la gente y hace una breve introducción sobre la obra que se va a compartir.
También les pide que apaguen los teléfonos, que no coman caramelos, y todas esas cosas que dice habitualmente al público antes de iniciar una obra y que hace a la ritualidad del teatro.
A raíz de la repercusión tan grande que tuvieron -estiman que en un fin de semana 120 mil personas se sumaron a este ciclo-, decidieron armar una programación diaria y, si bien las obras que suben a sus redes siguen siendo gratis, la gente que quiera puede colaborar con la opción de pagar una entrada a la “gorra virtual”.
Al respecto Maxime Segue detalló que “pese al contexto que estamos atravesando la experiencia es muy hermosa y se acercó un público distinto al que suele venir a Timbre 4, nos agradecen mucho por esta iniciativa y nos pone muy felices que semana a semana se sigan enganchando con nuestras propuestas” y agregó que la situación de los espacios culturales es muy compleja y que Timbre 4 tuvo que readaptar todas sus actividades en formato online.
“Las clases aranceladas que dábamos presenciales las pasamos a formato online, hemos creado talleres y seminarios nuevos para este formato como actuación, dirección, asistente de dirección, construcción de personajes y producción teatral”, relató a TdB el productor Segue.
Por otra parte, los vecinos y las vecinas de Boedo que quieran colaborar con este espacio cultural que lleva 18 años en el barrio, pueden hacerlo adquiriendo bolsones agroecológicos, merchandising o comprando alguna propuesta culinaria al Bar de Timbre 4 para acompañar la obra de teatro que la compañía ofrece de manera gratuita los fines de semana.
Hasta el momento no hay certezas de cuándo las salas teatrales van a poder abrir sus puertas nuevamente, pero sin dudas esta propuesta acerca a la gente al teatro respetando el aislamiento y haciendo más amena la cuarentena.
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