miércoles, octubre 22

Violencia en la Federación Argentina de Boxeo

La velada de boxeo terminó en escándalo cuando facciones vinculadas a River, Huracán y Excursionistas se enfrentaron a golpes y sillazos en las gradas. El incidente obligó a suspender el combate.

La Federación Argentina de Boxeo (FAB), ubicada en Castro Barros 75, en el barrio de Almagro, fue escenario el pasado sábado por la noche de un episodio de violencia que obligó a suspender la pelea entre Emanuel Lucero y Giuliano Canónigo. De esta manera, la velada de boxeo ansiada por el público terminó en peleas y conflictos por fuera del ring.

El enfrentamiento deportivo quedó en un segundo plano cuando grupos de barras de distintos clubes comenzaron una pelea en las gradas, que incluyó golpes de puño y el lanzamiento de sillas hacia el ring central.

De acuerdo con la reconstrucción de los hechos, los disturbios se produjeron en medio de un clima de tensión entre facciones vinculadas a River, Excursionistas y Huracán. Canónigo, uno de los púgiles en combate, representa al club Huracán, mientras que otra parte de los asistentes apoyaba a Sebastián Bonifacio, un boxeador identificado con River que iba a presentarse frente a Mateo Soto. 

La rivalidad futbolera trasladada al ámbito del boxeo desató un enfrentamiento que desbordó cualquier intento de control. Entre las personas agredidas se encontraba el boxeador Alberto Melián, quien intentó interceder en la trifulca. Además, denunció que le robaron una plaqueta que minutos antes había recibido en el ring como reconocimiento a su trayectoria.

La irrupción violenta interrumpió el espectáculo deportivo y generó preocupación en la dirigencia de la Federación Argentina de Boxeo. Luis Doffi, presidente de la entidad, se refirió al incidente y reconoció la necesidad de implementar cambios en el dispositivo de seguridad y tomar decisiones para que este tipo de hechos no vuelva a ocurrir.

Si bien no se registraron heridos de gravedad, esta circunstancia expuso un problema recurrente en el deporte argentino, como lo es el de la intromisión de barras en eventos que no tienen relación directa con el fútbol. En este caso, el boxeo quedó relegado frente a la violencia de estos grupos, alterando el normal desarrollo de las competencias.

La Federación Argentina de Boxeo ahora enfrenta el desafío de revisar sus protocolos para garantizar que hechos como el del sábado no vuelvan a repetirse. Entre las medidas que se analizan figuran mayores controles en la venta de entradas, un refuerzo de la seguridad privada y coordinación con las fuerzas policiales.

Loading