sábado, abril 20

“Continuamos de manera itinerante”

 

El espacio cultural La Madriguera sigue buscando alternativas para tener un lugar propio y mientras tanto continúa con sus tareas solidarias y otras actividades de manera itinerante. El presidente de la entidad, Emilio Zakim, le cuenta a TdB un poco más en esta entrevista.

Tintas de Boedo: ¿En qué anda la Madriguera?

Emilio Zakim: Hasta el momento, desde que tuvimos que cerrar el año pasado, no contamos con un espacio propio. Continuamos de manera itinerante. Sobre todo al ver que el mercado inmobiliario y de alquileres de la ciudad es cada vez más complejo, teniendo en cuenta la variable del precio pero la otra cuestión que tenemos más en cuenta es que para abrir por 2 o 3 años sigue siendo muy costoso y laborioso por la cantidad de requisitos exigidos. Así es muy difícil poder proyectar algo. Tras la decisión de trabajar de manera itinerante nos organizamos por áreas sí contando con algunos espacios, por ejemplo el club de cine.

TdB: ¿Y de qué se trata este club de cine?

EZ: Cuando pudimos poner en marcha de manera presencial esta actividad de encuentro para ver pelis nos pusimos en contacto con la gente del Castillo de Sandro de la calle Pavón. Es un trabajo en conjunto con Cultural Cava que son quienes administran el castillo histórico. Lo haremos en una terraza en el verano. Íbamos a arrancar en Enero, pero con todo este rebrote de la pandemia y el COVID-19 vamos a esperar y arrancaríamos en febrero. En el lugar habrá una propuesta gastronómica y también contaremos con un espacio cerrado para los días de lluvia. Después de que termina la película organizamos un momento de intercambio y reflexión sobre la misma.

TdB: También observamos en sus redes la propuesta de “Cambalache Madriguera… ¿qué es?

EZ: Es una idea que surgió cuando tuvimos que cerrar nuestra sede de San Juan y Boedo. Cambalache fue una forma de ofrecer objetos que nos habían quedado, entre ellos libros. Elementos que tienen que ver con la difusión cultural, o con la logística de la sede, lo de cambalache tiene que ver con el concepto de la venta de garaje, algo que se popularizó muy bien Discépolo en el tango “La biblia y el calefón”, algo muy porteño. Solemos armar una mesa en “Boedo Peatonal”. Esto una forma más de adaptarnos a esta nueva etapa tan complicada. La idea es ir agrupándonos con otros espacios o grupos del barrio también y buscarle la vuelta a todo esto.

TdB: ¿Siguen con la olla popular?

EZ: Sí, y además entre medio de todo esto la IGJ nos aprobó la figura de Asociación Civil  lo cual nos permitió recibir un programa nacional, un susidio que se llama “Desarrollar” adoptado a la emergencia alimentaria. Hoy lo que seguimos haciendo es entregar alimentos en conjunto con el Convento de Franciscanos de la calle Alsina. Tenemos una periodicidad de un mes, aproximadamente.

TdB: Por último, ¿Qué balance hacés del 2021 y que proyectan para el 2022?

EZ: El 2021 fue un año muy duro. De muchas pérdidas humanas, incluso de personas muy cercanas a La Madriguera. En lo económico también nos costó mucho. Esperamos que este año sea mejor. Que no sea tan doloroso, y que podamos proyectar más actividades hacia adelante. Quien te dice con una sede propia, esto aún es un intriga, en un horizonte creemos más amable.