
Una antigua zapatería en la esquina de Avenida Boedo y Humberto Primo fue el inicio de todo. Conocé la historia de Boedo Lee, una librería en el corazón del barrio que sirve de refugio para los fanáticos de la lectura.
Boedo Lee es una librería ubicada en Humberto Primo al 3600 (esquina Av. Boedo), en donde antiguamente existía una zapatería. Su fundador, Alejandro, quien trabajó durante años en la Feria del Libro de Plaza Italia, en 2015 decidió dar el salto y abrir su propio local.
Una apuesta fuerte que con el tiempo fue creciendo y construyendo su lugar en el barrio. Hablamos con el protagonista para que nos cuente su historia.
Tintas de Boedo: ¿Cómo surgió Boedo Lee?
Alejandro: Boedo Lee surge sin saber siquiera el barrio donde pondría la librería. Surge como el sueño a secas de poner una librería, sin Boedo ni ningún barrio en particular, después de años como empleado en la Feria de Plaza Italia. Después de unos años en la Feria, había empezado a comprar libros para mí, tuve una sociedad con un amigo, hasta que abrí mi cuenta en Internet y empecé así a hacer un ingreso extra. Llegó un momento en que tenía la casa tapada de libros y empecé con el deseo vago de la librería. En 2015 me mudé a Boedo, donde ya habían llegado por distintos lados mi mamá y mi hermana. Y fue mi mamá la que vio que la antigua zapatería de Boedo y Humberto Primo vendía su fondo de comercio. Desde ahí, la obstinación de madre, empezó a insistir con que era el lugar ideal, que Boedo siempre estuvo ligado con la cultura. A mí no me convencía ni la esquina, ni la cantidad de libros que tenía entonces, así que mientras ella seguía averiguando, yo en Plaza Italia intensifiqué compras y contactos. Seguimos avanzando y en junio de 2015 abrimos el local con una inauguración a todo trapo.
TdB: ¿Quiénes forman parte del proyecto?
A: Las personas fueron rotando, al principio estaba yo todo el día de lunes a sábados, pero después me di cuenta que era importante que me moviera a comprar libros para armar una librería con libros de todos los géneros. Hoy en día está Ignacio que abre la librería y se encarga de los despachos, mientras yo voy a comprar libros. A la tarde voy yo y, algunos días, nuestra colaboradora Lupe. También están los que hacen envíos en moto y Abril que sube los libros a redes sociales. Y mi mamá que siempre da una mano llevando paquetes al correo y ayudándome cuando tengo toneladas de libros para poner precio.
TdB: ¿Con qué se puede encontrar el vecino al visitarlos?
A: No hay ningún género que no trabajemos. Pero desde ya, lo principal es literatura, después historia y filosofía, psicoanálisis. La mesa de juveniles e infantiles se lleva lo suyo. Pero más allá de los géneros, lo que se puede encontrar el cliente es la posibilidad de conseguir libros de los considerados inhallables. Ahí es donde más nos gusta apuntar. Esta semana encontramos libros, por ejemplo, de Alianza Forma sobre teoría del arte que no se ven y se editaron en España tras la muerte de Franco y no se volvieron a hacer.
TdB: ¿Cuál es la importancia de la lectura para ustedes?
A: Un librero de Plaza Italia que es uno de mis grandes amigos marca la diferencia entre libreros y despachantes de libros en la lectura. Creo, al menos en mi caso, que jamás hubiera pensado en poner una librería sin eso que surge desde la lectura y que trasciende el hecho de tener un comercio. Si bien ya había estudiado y trabajado en medios gráficos, es desde la Feria en Plaza Italia que empiezo a leer libros a diario. Una librería es un mundo incompatible con la no lectura. En lo personal, hoy estudio Artes de la escritura así que la lectura y la escritura cruzan mi vida todo el tiempo. Creemos que la lectura, si bien nos surge por interés, es actividad obligada de libreros y libreras.
Tdb: ¿Qué proyectos tienen para este año?
A: Para este año nos encontramos en pleno proceso de transformación de algunos aspectos de la librería. Son momentos en que más gente que nunca nos vende libros y aprovechamos para que cada estantería sea una tentación. Estamos renovando hasta el sector menos visitado como puede ser el de biografías con el objetivo de que toda la librería cuente sólo con material de primera línea. Y también inauguramos a fines del año pasado, en la Noche de las Librerías, un sector de ofertas que nunca habíamos tenido, para que quienes más sienten el ajuste tengan acceso a llevar libros. La idea es que el sector de ofertas también tenga cosas buenas. Y hay otras ideas más artísticas y visuales de cara a los festejos por los primeros diez años que vamos a cumplir en junio y que queremos festejarlos fuerte con todo el barrio.
Redactor de www.tintasdeboedo.com.ar