viernes, abril 19

Un derecho esencial para construir un país inclusivo y federal

La pandemia de COVID 19 deja expuestas muchas situaciones en las que hemos visto como la desigualdad existente vulnera derechos básicos y legítimos de la sociedad argentina.

Nadie puede dudar que la conectividad digital es parte fundamental de los mismos, y no solo por la nueva normalidad que trajo la pandemia que estamos atravesando. Estar conectados -hoy más que nunca- es una necesidad vinculada a la educación, la salud, el trabajo, la producción, la información, la libre expresión, los consumos culturales y para resolver diversas situaciones de nuestra vida cotidiana.

Sin embargo, durante estos meses se sintió la gravedad que significa la inequidad existente con la conectividad en nuestro país. Por tal motivo, y para garantizar un plano de igualdad, el presidente Alberto Fernández tomó la decisión de darle categoría de servicios públicos y esenciales a la telefonía celular y fija, internet y televisión paga.

Es fundamental que el Estado regule los precios de estos servicios para que sean accesibles a toda la ciudadanía, asegurando una prestación básica, universal, obligatoria y de calidad, que resguarde el poder adquisitivo de la población.

Se trata de dar respuesta no solo los ya excluidos del acceso a la conectividad, sino también para aquellos sectores de clase media que vieron caer sus ingresos de manera sensible a causa de la pandemia.

Las medidas tomadas no significan un freno a la industria de las telecomunicaciones. Más bien, todo lo contrario. En tal sentido, en la presentación del Plan Nacional de Conectividad “Conectar”, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, remarcó que “este gobierno tiene la decisión política de avanzar en un país que genere posibilidades para trabajadores y trabajadoras que llevan la conectividad a cada uno de los rincones de nuestro país y hacen que el Estado tenga un rol central”.

Cuando asumí como Directora por el Poder Ejecutivo en ENACOM, el ministro Cafiero nos precisó las líneas para trabajar desde este organismo en políticas públicas que generen posibilidades para que la conectividad llegue a cada rincón de nuestro país.

Sobre todo, “allí donde el mercado no puede resolver las desigualdades porque muchas veces las profundiza”.

Con esa premisa, se lleva adelante el Plan Conectar que prevé una inversión de 37.900 millones de pesos y la reactivación del Plan Satelital Argentino, con la construcción de un nuevo satélite para potenciar el desarrollo de la industria de las telecomunicaciones.

Esto significa exportar tecnología satelital con trabajo argentino, un aspecto con el que nuestro frente político está comprometido. Cuando hablamos de telefonía -celular y fija-, de internet móvil y en los hogares, de servicio de televisión paga, estamos mencionando servicios esenciales.

Pensemos en las clases dictadas de manera online, en todos los niveles educativos, durante estos meses; en la telemedicina y el control de la salud mediante la tecnología que ganaron importancia durante la pandemia.

Recordemos los trámites que se realizan de manera digital en las distintas instituciones, privadas o públicas. Pero, sobre todo, la conectividad es de vital importancia para no perder el contacto con nuestros seres queridos y, en muchos casos, la única vía para evitar que la población adulta mayor perdiera sus lazos afectivos y de cuidados, durante la irrupción del coronavirus.

Aun así, la marginación de la conectividad se precipitó sobre muchas personas y familias durante la pandemia, agravando la ya agobiante situación provocada por la difusión del coronavirus y el aislamiento social obligatorio.

Por eso, es necesario mirar hacia quienes no tienen acceso a este derecho fundamental. En el ámbito educativo, se margina a los niños y niñas que no cuentan con internet para asistir a las clases de manera online para cumplir con el año lectivo. Y a gran cantidad de estudiantes que por razones socioeconómicas o por vivir en zonas rurales sin conexión, no pueden seguir sus estudios.

En las ciudades, hay vastos sectores sociales cuyas desventajas económicas son la diferencia entre la inclusión o la exclusión de la conectividad.

En ese sentido, desde ENACOM y en línea por lo expresado por el Jefe de Gabinete, trabajaremos para poner de nuevo en el eje productivo a científicos y tecnólogos.

Así, el modelo ya no será la especulación financiera. El modelo de país que queremos va hacia la producción, el trabajo y el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, para construir un país inclusivo y federal.

*María Florencia Pacheco es Licenciada en Ciencias de la Educación (UMSA) y actualmente es Directora del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) designada por el Poder Ejecutivo.