
El gobierno porteño hizo uso de la fuerza para despejar la Casa Pringles, donde habitaban 9 mujeres y 7 menores de edad. Hubo escenas de violencia y hasta detenidos.
Desde la madrugada del sábado se presentaron en el lugar una cantidad inusitada de efectivos de la policía porteña, más de 300. Fue así que se avanzó sobre la Casa Cultural Pringles ATR (Autonomía Territorial Reparadora), donde habitaban hace más de un año 9 mujeres y 7 niños y niñas.
Casa Pringles, de la calle del mismo nombre al 340/42 se transformó en emblema de resistencia. No sólo de la lucha por la vivienda digna y definitiva, sino por trabajo comunitario y solidario que allí venían realizando. Recordemos que había apoyo escolar, un merendero y un techo para mujeres y familias que atravesaban situaciones de violencia de género.
Esto sucedió en un contexto de emergencia habitacional sin precedentes. Actualmente existen una infinidad de inmuebles ociosos que el estado podría poner a disposición inmediata de quienes los necesitan y no cederlos al negocio inmobiliario. Pero este es ya otro tema de discusión.
La Subsecretaria de Administración de Bienes Inmuebles y su Dirección General encabezada por Matías Vitale priorizaron los derechos del grupo de personas que habitaban allí para el negocio de unos pocos.
A la hora de producirse el desalojo se pudieron observar escenas de forcejeos y violencia con golpes desde la policía hacia personas que se hicieron presentes para acompañar y evitar el hecho.
El desalojo también en términos legales es considerado nulo. Así lo explicó en declaraciones a este medio digital el abogado y dirigente político Guido Veneziale, al decir que “esto fue algo de nulidad absoluta ya que no se había informada del desalojo a los abogados de las familias y mujeres afectadas”.
Veneziale fue una de las personas, además de otras cinco, que fueron detenidas y así lo contó a TdB: “No obstante a eso se avanzó, y en el momento que se estaba llegando a un acuerdo la Policía de la Ciudad con la orden del Jefe de Gobierno desató un desalojo muy violento. Fue así que vecinos, vecinas, y algunos dirigentes políticos terminaron detenidos”.
El abogado también opinó que “esto no puede volver a ocurrir y exigimos que se repare esta violencia ejercida contra mujeres y niños que hoy quedaron en la calle sin un lugar para vivir. La calle no es un lugar la para las niñeces y las mujeres”.
Las personas que habitaban Pringles al día de hoy se encuentran en diferentes hoteles y se abrió una negociación para que el gobierno porteño les brinde una solución habitacional definitiva. Se aguardan reuniones para continuar el diálogo.
El comunicado desde el colectivo Casa Pringles también llegó: “Con un procedimiento lleno de irregularidades, firmado por el juez Alejandro Gabriel Villanueva, ordenado por la Fiscal Lorena San Marco y pedido por Carolina Barone (Directora General de laMujer de CABA) y Maria Migliore (Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat) y el mismo Vitale, nos desalojaron. Dicen que el objetivo es destinar la casa a la ampliación de un hogar de mujeres. Pero eso es lo que ya estábamos haciendo nosotras, concretando un espacio albergue, sin financiamiento público. Lo sabían. Lo habíamos informado en el proceso de diálogo y nos desalojaron por la fuerza”.
Ph: Marita Costa.

Redactor de www.tintasdeboedo.com.ar