viernes, abril 26

Del Almagro Boxing Club al Luna Park: la historia de Hernández


El boxeador venezolano Jonathan Hernández entrena en el Almagro Boxing Club y espera una oportunidad para lograr un título. Ya peleó dos veces en el ring side más importante del país.

Jonathan Hernández es boxeador, a los 22 años emigró de Venezuela a la Argentina. Nació el 28 de marzo de 1995 en Anaco, estado de Anzoátegui. Conoció el deporte a los nueve años de edad gracias a su ex cuñado, Anthony López. “Fui a verlo un sábado y quedé maravillado porque el rival no podía tocarlo, conectar los golpes. Era muy bueno Anthony”, quien le enseñó los secretos de este deporte.

Desde los nueve años lo practicó hasta los trece donde tuvo un parate, un año antes salió campeón nacional infantil. Ya se le veía que tenía pasta de campeón. Además del box hizo otros deportes: básquet, fútbol, voleibol, entre otros; estar sin entrenarse no va con él.

Es derecho, pero a la hora de conectar los golpes y de concretar sus jabs o ganchos es hábil con ambas. Actualmente entrena en el Almagro Boxing Club: “La verdad que es muy lindo, muy lindo el ambiente, lo familiar; todos te dan una mano, te dan consejos, es muy lindo. Pertenecer al Almagro es una de las mejores cosas que me ha pasado en mi vida y en Argentina”.

A Hernández lo apodan “El Fino” ya que él utiliza esa palabra al hablar. Pero también comenta que es porque es delgado y que la gente le señala que tiene un boxeo fino, una forma elegante y certera de boxear. Como boxeador amateur tiene 42 peleas, ganó 38, empató dos y perdió dos. Y como profesional tiene nueve, todas ganadas y 5 por KO.

Su entrenador es Fernando Albelo y su segundo, el que acompaña en el ring al momento de pelear es Juan Pablo Cacace. Una frase que lo representa a Jonathan Hernández es “Pa lante siempre”, un lema que decía su padre.

El 15 de abril Hernández pelea, todavía no sabe contra quién pero sí sabe el lugar donde albergará la contienda, será en General Villegas en Bomberos Voluntarios. Sobre la pelea Hernández habló de cómo se siente al respecto: “Nos venimos preparando muy bien, no descansamos porque peleamos recién en marzo y ahora peleamos ahora. Yo vengo entrenando muy fuerte, seguimos haciendo una preparación física muy buena y sé que tengo que darlo todo arriba del ring”.

“Sé que arriba del ring es otra cosa, aunque estés bien preparado en una mano cambia todo. Pero de eso no me voy a arrepentir nunca, o sea, si me pasa todo bien, pero de lo que sí me puedo arrepentir, es de no estar bien preparado. Ese es el problema del boxeador, así que por mi parte voy a estar bien entrenado y subo al ring bien entrenado siempre. Después lo demás es cuestión de hacer la pelea y que entren las manos”, señaló el boxeador.

Hernández peleó dos veces en el Luna Park, deslizó que en la primera estaba muy nervioso cuando entró por la gente y todo el ambiente. Además, cuenta que se sintió muy feliz y muy nervioso. Y en la segunda ya estaba más tranquilo, pero comenta que es lo mejor que le ha pasado, que es el mejor lugar donde podes boxear ya que es muy icónico.

Trabajó en el Pedro Echague dando clases durante dos años, actualmente las da los lunes, miércoles y viernes en el Parque Centenario. Además de ser profesor, trabaja de mantenimiento en una universidad. Hernández entrena de lunes a sábados, tres veces a la semana hace doble turno. La alimentación es lo que más le cuesta, aclara que no tiene vicios, ni fuma, ni toma alcohol pero que es muy dulcero. Finaliza que igual 20 días antes de la pelea se alimenta bien, pero que se da sus permitidos.

Hernández salió campeón de la Liga Metropolitana en la categoría de 64 kg, sobre este tema habló: “La verdad que se siente muy bien, la verdad que era como un sueño que tenía yo, una meta cuando empecé el amateur y se me dio. Se me dio a la sexta pelea si no me equivoco porque venía de una racha buena, o sea de 25 al hilo, pude rankear y me dieron la oportunidad. Después lo defendí tres veces, pero la verdad que es una experiencia muy linda y ser campeón, te da como otro status como que bueno, ahora el que quiera el cinturón tiene que pelear contigo y tienes que defenderlo a morir; la verdad que es muy lindo”.

Hernández manifestó que tiene que mejorar el tema de lanzar más manos, que tiene que golpear y conectar más. También tiene que perfeccionar la defensa, aclara que no le pegan tanto, pero que quiere estar más plantado y defenderse mucho más. La meta que se planteó para este año es ganar algún cinturón, competir por uno es una de sus prioridades.

Ser campeón del mundo, esta es la primera y en segundo lugar, pero no menos importante es poder retirarme y tener un apartamento, una casa; gracias al boxeo. Esos son mis sueños, poder retirarme y tener mi casa o mi apartamento, tener un negocio; poder vivir tranquilo”, señaló sobre su deseo en el boxeo.