
En marzo, la Comuna N°5 llevó a cabo la reinstalación del busto de Leónidas Barletta, escritor, periodista y dramaturgo, sobre la avenida Boedo, el cual había sufrido un intento de robo. Conversamos con el reconocido escultor Xavier Fontenla, realizador de la obra y quien estuvo a cargo de su restauración.
Leónidas Barletta tiene nuevamente su escultura sobre la avenida Boedo al 800. Luego de un intento de robo previo al comienzo de la pandemia, el busto del escritor, periodista y dramaturgo perteneciente al Grupo Boedo (agrupación de artistas de vanguardia de la década de 1920) y a la peña Pacha Camac (importante centro cultural de la época) fue recuperado y reinstalado por la Comuna N° 5 el mes pasado.
La obra, realizada por el artista Xavier Fontenla, vecino de Almagro, fue también restaurada por él. Tintas de Boedo tuvo la posibilidad de entrevistar al reconocido escultor para conocer más sobre esta obra y sobre su carrera.
Tintas de Boedo: ¿Cuál es la historia de la escultura de Leónidas Barletta?
Xavier Fontenla: Esta obra la realicé en el año 2015 a partir de una inquietud que surge del Rotary Club de Boedo-San Cristóbal al que pertenezco. Junto a la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo querían reivindicar la historia del barrio. En un principio había realizado una plaqueta de la peña Pacha Camac, que tallé en mármol con los nombres de sus integrantes porque fue un faro cultural de Boedo. Posteriormente, se eligió un representante de la peña para realizar este busto escultórico. La Junta de Estudios Históricos decidió hacerlo sobre Leónidas Barletta. Así que pedí información para lograr la mejor conexión para hacer el retrato, interiorizarme en la vida y obra de Barletta y después en lo que sería su figura, su legado. Así fue como hice pedestal, plaqueta y escultura.
TdB: ¿Qué fue lo que sucedió con la obra?
XF: Antes de la pandemia, la obra sufrió un intento de robo. Así que fue un trabajo muy grande poder recuperarla y restaurarla. Recién ahora pasada un poco la pandemia se pudo completar la reinauguración. Nosotros empezamos a buscar la escultura porque nos encontramos con que la figura no estaba en el pedestal. Fue una preocupación muy grande. Después nos enteramos que la gente del Banco Ciudad había logrado recuperarla y guardarla. Posteriormente, se la entregaron a Monumentos y Obras de Arte del Gobierno de la Ciudad. Como justo comenzó la pandemia, estuvo ahí dos años. Así que me contacté personalmente y fui a retirarla. Llevé la escultura a mi casa y me dediqué a hacer la restauración. Por suerte, está realizada con un material que es muy resistente y soportó todos los golpes. Hubo detalles menores para restaurar. Después, conversamos con varias organizaciones del barrio para que se pueda reinstalar. Finalmente, la Comuna N° 5 se encargó de hacer la instalación. Fue un trabajo entre todos que estuvo muy bien hecho y estoy muy agradecido.
TdB: Sos vecino de Almagro, ¿cuánto influye el barrio en tus obras?
XF: Soy de Almagro de toda la vida. Este barrio es el barrio donde nosotros disfrutamos, desarrollamos nuestra vida. Es un barrio con el que nos sentimos identificados y siempre con mi familia nos sumamos a la movida cultural que hay en Boedo. El barrio es un lugar de pertenencia, donde te sentís identificado. Lo lindo que me pasó es que como escultor también tuve las puertas abiertas para desarrollar mi obra dentro de la comuna. Eso me da una satisfacción inmensa. Cuando uno puede desarrollarse en el lugar donde pertenece, eso tiene un plus muy grande. Es una satisfacción muy grande.
TdB: ¿Cómo te empezó a interesar la escultura como arte?
XF: Vengo de una familia de escultores en piedra, picapedreros de Galicia. El apellido Fontenla significa “pequeña fuente” y surge porque una familia de escultores en el año 1200 en una localidad de Galicia realiza una pequeña fuente. A partir de ahí, a esa familia se la llamó Fontenla. Lo curioso es que esa fuente fue hecha en piedra y al día de hoy sigue en pie. Así también, la familia Fontenla va enseñando el oficio a través de las generaciones, de padres a hijos, de abuelos a nietos. Así llegamos a mi abuelo Ramón que también trabajaba piedra y realizaba obras arquitectónicas y escultóricas en todo lo que es Galicia. Por la guerra civil española viene y se exilia en Argentina con mi abuela y todos los hijos. Argentina les abrió las puertas y pudieron desarrollarse en distintas áreas artísticas, no sólo la escultura, como por ejemplo el baile y el canto. Norma Fontenla fue la primera bailarina del Colón y mi mamá fue cantante lírica del Teatro Colón durante más de 35 años.
TdB: Una familia dedicada al arte.
XF: Sí. Posteriormente, en el año 1990 ingresé como escultor escenotécnico en el Teatro Colón. Al día de hoy estoy desarrollando mi actividad como escultor para obras del teatro. Además, durante muchos años me dediqué a la obra figurativa, figuras humanas, retratos, bustos escultóricos. Así llegué a tener alrededor de 80 obras instaladas en distintas ciudades y países (Uruguay, Italia, España, Estados Unidos, Paraguay, Chipre). Tengo un desarrollo de muchos años. Desde los 7 años quería ser escultor, pintar, ser artista plástico. Es algo genético, es más fuerte que yo. A partir de los 20 años terminé dedicándome full time a lo que es escultura. Es un trabajo de toda la vida. Tengo 54 años y es mi pasión. Junto con la familia es lo más importante que tengo.
TdB: ¿Cómo es el trabajo de realización de una obra?
XF: Hay mucho trabajo previo. Hay que trabajar muchísimo porque en figuras o bustos que representan a una persona no tenés que pensar en la imagen, tenés que pensar en el alma de esta persona y en la historia. Entonces, tenés que involucrarte en la vida de esa persona. Uno tiene que dedicarle tiempo a la lectura, ver documentales, interiorizarse al máximo para poder recién ahí empezar a trabajar. Después, se hacen bocetos hasta que uno llega a dar con lo más acertado del retrato que uno quiere hacer y recién ahí es cuando uno empieza a modelar. Lo ideal es trabajar en arcilla, que es el material más perfecto que hay y permite lograr la anatomía perfecta. Trato de darle a la mirada la mayor perfección y realismo posible. La mirada es lo que le da vida a la escultura. Los ojos son lo que más nos impacta al ver una escultura. Que esa mirada te esté viendo, te esté mirando. A Barletta lo hice como entrecerrando los ojos, porque representa el momento de inspiración, el momento de ese pensar, de esa creatividad que pasa por la imaginación. Como era un artista, escritor y dramaturgo, retratar ese momento de inspiración es lo que me propuse.
TdB: ¿Qué proyectos tenés a futuro?
XF: Por lo pronto ahora voy a participar en un Salón Internacional de Escultura Contemporánea en el Centro Cultural Borges para mediados de abril. También este año voy a participar en un Simposio Internacional de Escultura en Madera en Uruguay. Y seguramente este año voy a hacer una exposición individual de mi última producción artística de esculturas en madera. Además, estoy haciendo los trámites para instalar este año un busto escultórico de Carlos María Della Paolera, el creador de la Avenida 9 de Julio. Y también estoy proyectando una nueva escultura para Boedo para fines de este año.
Ph: Archivo 2015.-

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