jueves, abril 24

“El corso es pueblo”

No hay carnaval sin los Dandys de Boedo y este año no fue la excepción. Conversamos con Simba, referente de la murga barrial, quien nos comentó cómo vivieron esta nueva edición porteña.

Tintas de Boedo: ¿Cómo se prepararon para este carnaval?

Simba: A través de la organización social. Los que formamos parte de la murga sabemos que cada año es más difícil realizar los corsos en nuestra ciudad y conseguir lugares de ensayo. Entonces, tratamos de sostener durante el año encuentros con ensayos de escenario, encuentros de fantasía y ornamentación, encuentros de merienda. La fluidez de la comunicación para sostener los vínculos de la murga, este año, fueron fundamentales. Fue muy importante entender que todos somos parte del mismo equipo y necesitamos de la ayuda de todos y todas. Eso fue lo primordial. 

TdB: ¿Qué temáticas trabajaron?

Simba: La temática que trabajamos fue la solidaridad como motor de empuje y organización social. A la murga la sostenemos entre todos y todas. En tiempos de crisis como el que atravesamos es la murga la que trae alegrías, te encuentra con el otro u otra, te enseña de la solidaridad y la organización.

TdB: ¿Cómo está conformada la murga de los Dandys?

Simba: Somos 130 personas. La murga es la transversalidad de las edades. Acá hay familias enteras que forman parte de los Dandys. Hay familias que se sumaron hace mucho y hace poco, pero son tan Dandys como el primer Dandy que existió. 

TdB: ¿Cómo se organizan?

Simba: Nos organizamos a partir de sectores o como le decimos: referencias. Hay referentes en escenario, en fantasía y ornamentación, en percusión, en organización y logística, en presupuesto y patrimonio, en las filas, en los ensayos, entre las mascotas. Generar referencias es la forma que tenemos para que se pueda multiplicar esta organización y que la murga crezca.

TdB: ¿Qué significa el corso para ustedes?

Simba: El corso es pueblo, fiesta, vacaciones que el pueblo se dedica a sí mismo. El corso es barrio, mis vecinos y vecinas, familia. Significa la abuela mirando las murgas desde su silla reposera. Significa alegría para las y los murgueros que se organizan durante todo el año para poder desfilar en febrero. Es una performance o actuación de lo que somos, de lo que representamos, a lo que apostamos. Es un momento de libertad porque durante el corso dejás de ser vos mismo para ser tu expresión. Se ve tu amor por la murga.

TdB: ¿Qué te pareció la organización del carnaval de este año en la Ciudad en general?

Simba: Desde el Gobierno de la Ciudad siempre nos ponen trabas. No les interesa la cultura popular. Nos tienen hasta último momento con la incertidumbre de si vamos a tener carnaval o no, y cuántos permisos de corsos vamos a tener, que cada vez son menos. Todo eso trae consecuencias para nuestra organización. Pero también nuestros delegados murgueros estuvieron en todo momento ante cada problema y cada traba que aparecía. Nuestros corseros pusieron muchas fuerzas, mucha organización, para que tengamos nuestras presentaciones, que las anhelamos todo el año. Así que por mérito de nuestra organización interna y de nuestra estrategia pudimos realizar un circuito de presentaciones. Porque es mentira lo que dicen, eso que somos una molestia para los vecinos. Los corsos estaban llenos de gente jugando al carnaval y aplaudiendo a las murgas. Es la fiesta que el pueblo se dedica a sí mismo y se vio demostrado.

Foto: Dandys de Boedo.

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