Tomás, Federico y Darío son socios del Club San Lorenzo de Almagro y al inicio de la pandemia de coronavirus empezaron a fabricar máscaras de protección faciales, muchas de las cuales fueron donadas a distintas instituciones, entre ellas el club que los vio crecer.
Tomás Panuccio es estudiante de Biología, hincha del cuervo y desde hace tiempo estaba interesado en incursionar en la impresión 3D pero nunca imaginó que su curiosidad por esta tecnología lo llevaría a iniciar una acción solidaria como esta.
“Al llegar la COVID 19 a nuestro país vimos que faltaban insumos esenciales para los trabajadores de la salud entonces tomamos la decisión de empezar a fabricar estas máscaras en lugar de hacer otros objetos que no eran prioritarios. Vimos que en otras partes del mundo ya se estaban haciendoestas mascarillas con estas máquinas entonces decidimos animarnos y arrancar con este proyecto”, explicó Tomás a TdB digital.
Así es como montaron una estructura para su fabricación, empezaron a diseñarlas y se contactaron con médicos particulares y con el Hospital Posadas con la intención de donarlas.
Como hinchas fanáticos del cuervo conocen bien la labor social que el club realiza diariamente y, en medio de la pandemia, San Lorenzo volvió a demostrar a través de sus acciones solidarias la importancia que tienen los clubes en los barrios, y Boedo no es la excepción a la regla.
Tal es así que desde el inicio pusieron a disposición el predio de Av. La Plata al 1.700 en el cual armaron, junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, un centro de contención con 400 camas para hacerle frente a la pandemia de manera conjunta con las autoridades locales.
“Fue una alegría inmensa poder colaborar con el club, a nosotros nos enorgullece lo que está haciendo, cumpliendo una función social fundamental en este momento de crisis y dando una mano en el barrio de emergencia de enfrente, en la Villa 1-11-14, poder colaborar con lo que sea, fue un orgullo” cuenta Tomás y agrega “a San Lorenzo les donamos 26 mascaras que fueron destinadas a los empleados, nosotros pasamos toda una vida en el club y poder retribuirles con algo así nos genera una emoción muy grande”.
Para llevar adelante este proyecto calcularon que entre los insumos plásticos, las láminas de PVC, el consumo de energía eléctrica de las dos impresoras 3D y el tiempo de elaboración, una máscara tenía un costo de fabricación de 150 pesos aproximadamente.
Para poder sustentar este proyecto solidario, invitan a la gente a sumarse comprando máscaras y así por cada una que se vende hay otra que se destina hacia fines claramente solidarios.
“En total llevamos donadas a distintas instituciones más de 400 máscaras de protección facial, colaboramos con muchos entes como hospitales, clínicas, ONG y movimientos sociales entre los que se encuentran el Hospital de Clínicas, Hospital Posadas, Hospital Rivadavia, Hospital Piñero, Fundación Basso, ONG Volver a Jugar, organizaciones sociales como La Dignidad, Pueblo a Pueblo y Movimiento Evita”, detalla Tomás.
Todos aquellos que quieran colaborar y/o sumar ideas a este proyecto lleno de solidaridad pueden ver el perfil de IG @mascaras.covid.19.
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