viernes, abril 19

No tenés la corbata Horacio

 

En esta foto hace como que quiere arreglar algo que no tiene puesto e indica lo mismo en su discurso: frente a un mensaje mediático anti-planes sociales, Larreta jugó a favor de ese viento en materia de ayuda social y educación pública, sin medir las consecuencias.

El gobierno porteño se plantó frente a las cámaras y dijo lo que un sector de la población quería escuchar respecto del recorte de los planes de ayuda social en la ciudad. Controlará cada dos meses la regularidad escolar de los hijos e hijas de las personas que perciben el plan Ciudadanía Porteña, que son alrededor de 40.000 familias beneficiarias, y les sacará la cobertura económica de adicional por hijo sino alcanzan el 85% de asistencia en las escuelas públicas.

“A partir de esto también vamos a hacer un cambio en la política social, porque la ayuda del Estado tiene que ser un puente para los chicos que tienen que estar en la escuela, y la política social tiene que promoverlo”, dijo de cara a la gente el mandamás de Uspallata, Horacio Rodríguez Larreta, casi en cadena nacional en el marco de este anuncio.

¿Se imaginan el efecto que hubiese causado otro tipo de anuncio? Por ejemplo el de la quita de la subvención a las escuelas privadas ante esta misma situación… Inimaginable por estos tiempos en este distrito capital. Se hace invisible que en muchos casos las familias más pobres utilizan este dinero para ir y volver de la escuela. Y cuando no alcanza…

“Desde septiembre vamos a notificar a las familias que tengan irregularidades en la asistencia de sus hijos y ese proceso lo vamos a repetir cada tres meses, no vamos a esperar a fin de año”, agregó Larreta y advirtió que “si después de contactarlos la situación no cambia y los chicos siguen sin ir a clases, después de tres meses de dará de baja el componente adicional, y, si a los seis meses tampoco se reincorpora, se va a suspender la totalidad del plan”.

Desde la oposición porteña, la legisladora Maria Bielli criticó la medida y planteó que “la educación como contraprestación a un programa de ingresos se resolvió hace 10 años con la AUH, hoy tenemos un sistema educativo en la Ciudad que reproduce desigualdades sociales. ¿Por qué además de controlar y vigilar no se propone reparar injusticias y garantizar los mejores recursos?”.

En la cartera educativa nacional, también se molestaron con esta idea. El ministro Jaime Perczyk argumentó que “si sabemos que un chico no va a la escuela tenemos que invitarlo, abrazarlo y decirle que en la escuela tiene su lugar. Que le queremos enseñar y que lo vamos a querer».

En definitiva, la educación no es un plan social, es un derecho humano básico y universal.