viernes, marzo 29

Ciudad cemento

 

La legislatura porteña aprobó un paquete de proyectos entre los que se encuentran los emprendimientos inmobiliarios privados de la Costanera Norte y la Costanera Sur que involucran al grupo IRSA. Un camino hacia más cemento y menos verde.

Tras la votación y a pesar de los votos negativos de los bloques opositores el gobierno porteño demostró desoír las enormes audiencias públicas de alta participación ciudadana. El oficialismo que responde a Horacio Rodríguez Larreta logró así aprobar una serie de paquetes urbanos que incluyen a obras como son las de las Costanera Norte y Costanera Sur.

De seguir adelante con esto, enormes espacios verdes, bordes costeros y un humedal se verían afectados por el cemento en perjuicio del medio ambiente.

Por otro lado, la jornada legislativa quedó para la historia. Porque la votación no respetó la mayoría de los votos que se necesitan para proseguir, que son al menos 40 afirmativos, de acuerdo a lo consignado en la misma Constitución citadina.

Así también la democracia participativa y ambiental quedó relegada al no respetarse el Plan Urbano Ambiental también contemplado en dicha Constitución.

Estos fueron los resultados de las votaciones por proyectos: Costa Salguero (36 votos afirmativos – 22 votos negativos); Costa Urbana (36 votos afirmativos – 20 votos negativos – 2 abstenciones); 9 Convenios Urbanísticos (32 votos afirmativos – 26 votos negativos); Amnistía inmobiliaria (32 votos afirmativos – 20 votos negativos – 6 abstenciones).

Además, se homologaron otros convenios que autorizan diversos planos de edificación y urbanización, con sus correspondientes afectaciones y desafectaciones catastrales, exceptuando a sus beneficiarios de algunos requisitos o impedimentos. A cambio, la ciudad recibiría compensaciones o cesión de terrenos para convertirlos en espacios públicos.

Se supo que en el rosqueo político hubo mucha tensión entre legisladores del PRO y la UCR. El acuerdo político para votar afirmativamente estuvo a punto de romperse. Al comienzo del debate del proyecto de IRSA (denominado Costa Urbana), el jefe del bloque del radicalismo, Martín Ocampo, planteó una serie de objeciones y amenazó con votar en contra, algo que puso en duda la aprobación del convenio.

Legislatura vallada

Afuera de la legislatura y detrás de las vallas custodiadas por efectivos de la Policía de la Ciudad, se hicieron presentes numerosas organizaciones ambientales y asambleas vecinales que rechazan esta propuesta. “Lo que pasó, es todo lo contrario a lo que necesitamos para una ciudad equitativa, saludable y resiliente frente a los efectos del cambio climático. No queremos que sigan destruyendo patrimonio natural, arbóreo, paisajístico y arquitectónico”, sentenció María Angélica Di Giacomo, fundadora de la organización “Basta de mutilar nuestros árboles”.