viernes, abril 26

Sin crédito para el proyecto Castro Verde

 

El Gobierno de la Ciudad había solicitado un crédito de 327 millones de dólares para realizar la obra de una Calle Verde sobre Castro, entre las avenidas Independencia y San Juan. Sin embargo, luego del reclamo de los vecinos y vecinas de la Comuna N°5, el gobierno porteño retiró el pedido y el Banco Mundial tuvo que cancelar el crédito.

Finalmente, la movilización de los vecinos y vecinas de la Comuna N° 5 contra el proyecto de una Calle Verde sobre Castro, entre las avenidas Independencia y San Juan, generó repercusiones. Es que el Banco Mundial decidió cancelar el crédito por 327 millones de dólares para la realización de la obra debido, en principio, a que el gobierno porteño retiró el proyecto y ahora lo financiaría con fondos propios.

Sin embargo, desde el grupo vecinal “No destruyan Castro”, grupo de vecinos y vecinas autoconvocados de Boedo que se manifiestan en contra del proyecto de Calles Verdes, manifestaron quela obra no tiene como finalidad fomentar el desarrollo de obras hidráulicas para mitigar inundaciones y tampoco tiene un fin ambiental, requisitos exigidos por el Banco Mundial para el otorgamiento del crédito. Conversamos con Soledad Gioia, integrante dela agrupación, para conocer las novedades de la problemática.

Tintas de Boedo: ¿Por qué el Gobierno de la Ciudad solicitó un crédito al Banco Mundial?

Soledad Gioia: El Gobierno de la Ciudad pretendía realizar el proyecto Castro Verde con fondos del Banco Mundial, con un crédito por 327 millones de dólares. Este proyecto se ubica en la calle Castro entre San Juan e Independencia, una calle altamente transitada dado que es la única calle liberadora desde Pompeya y la única que no tiene colectivos desde la avenida Boedo hasta avenida La Plata. Además, hay una escuela pública primaria y jardín, un geriátrico, y sobre Carlos Calvo a 20 metros de la calle Castro hay dos escuelas privadas, una para niños con discapacidades y otra escuela primaria. El Gobierno pretende, de los cuatro carriles existentes actualmente (dos de estacionamiento y dos para tránsito vehicular), retirar tres y dejar solamente uno vehicular, ensanchando las veredas para poner césped. Además, el proyecto incumple en forma clara e incuestionable con las condiciones y objetivos de manejo y riesgo de inundaciones y no existió el debido proceso participativo de los vecinos para el consenso de la propuesta, planificación y diseño del proyecto. También, el proyecto fue iniciado sin el estudio de impacto ambiental, hidráulico o de planificación paisajística, los cuales son requisitos previos para su elaboración.

TdB: ¿Cuándo empezaron a organizarse contra el proyecto?

SG: El proyecto se presentó como ambiental y presentaron un estudio de tránsito que decía que pasaban 231 vehículos en horario pico por esa calle. A partir de ahí, una vecina de nuestro grupo decidió realizar una denuncia de tránsito a la Defensoría del Pueblo. La fiscalía la recibió y envió un ingeniero que realizó nuevamente el informe y dijo que circulaban entre 480 y 540. Lo cual nos da a entender que el informe de tránsito que presenta el Gobierno con el proyecto fue falseado. Entonces, nos presentamos ante la Defensoría del Pueblo para reclamar sobre los cambios ambientales, los usos culturales y sociales que va a generar este proyecto y la no sumatoria de espacio verde del proyecto. A nivel paisaje, el césped que quieren poner no es un beneficio ecosistémico, solamente lo es el arbolado público.

TdB: ¿Cómo fue el contacto con el Banco Mundial?

SG: Los vecinos de Boedo realizamos una asamblea vecinal donde decidimos iniciar un reclamo al Banco Mundial. Ahí, presentamos 1500 firmas escaneadas de los vecinos en contra del proyecto y adjuntamos el informe de tránsito realizado por la fiscalía y los oficios ambientales que enviamos desde la Defensoría del Pueblo al Gobierno de la Ciudad. Estos informes fueron recibidos satisfactoriamente por el Banco Mundial. Semanalmente, fuimos adjuntando información sobre cómo afecta el proyecto al barrio, ya sea a nivel cultural, social, la manera en la que nos movemos, lo que vendría a ser la integridad del paisaje.

TdB: ¿Cómo se enteraron de la cancelación del crédito?

SG: El viernes 16 de septiembre recibimos un mail donde se cancela el crédito por 327 millones de dólares que el Gobierno de la Ciudad había pedido al Banco Mundial. El banco nos dice que, si bien ellos consideraban que eran estrategias innovadoras para la gestión de inundaciones en la ciudad, el Gobierno había decidido retirarse. Eso nos sorprendió mucho porque el crédito vencía en septiembre de 2023. Lo que suponemos es que evidentemente contaban con este dinero y con otro tipo de plazos, ya que el banco había exigido cierta cantidad de documentación, de informes y de estudios que, evidentemente, desde el Gobierno de la Ciudad no tenían intención de realizar o de presentar.

TdB: ¿Ustedes se volvieron a contactar con el Banco Mundial?

SG: El lunes 19 de septiembre le respondemos al banco manifestando que no estamos de acuerdo con que el proyecto es una actividad innovadora para la gestión de inundaciones, ya que en cuestión de lo que tiene que ver con el proyecto, no era nunca la finalidad del mismo fomentar el desarrollo de obras hidráulicas para mitigar inundaciones, ya que se denunció en reiteradas ocasiones que el barrio de Boedo no sufre las mismas. Por lo que los vecinos concluimos que las obras en cuestión poco tenían que ver con la finalidad del crédito.

TdB: ¿Hubo alguna respuesta o contacto con el Gobierno de la Ciudad?

SG: El último contacto fue en la última reunión (el 15 de julio) que nos presentamos en el club GON, donde estuvo Felipe Miguel. Ahí nosotros presentamos una propuesta superadora en la cual decimos que arbolando desde la Plaza Mariano Boedo (Carlos Calvo y Virrey Liniers) y sus transversales hasta la Avenida La Plata, se generaría un pulmón verde. Esto sería plantar árboles cada diez metros en la vereda, según corresponda. Esa es una manera importante de sumar espacios verdes y de aliviar un poco todo el cemento que se va construyendo en altura en los barrios de Boedo y Almagro. En la misma reunión, el presidente de la Comuna, Sebastián Perdomo, contó que tomaron un terreno baldío en la calle Constitución 3339. Ahí existían 23 árboles, de los cuales sólo dejaron 3 y, según el proyecto van a agregar 6árboles más. Esa plaza va a tener un 77 por ciento de superficie no verde, por lo cual seguimos sumando al barrio plazas secas.