miércoles, junio 26

Una apuesta por la economía circular

 

Diego Wassner es ingeniero agrónomo y parte del Observatorio de Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires, un organismo de consulta sobre la gestión de residuos que se realiza en la capital del país. Conversamos sobre el trabajo que llevan a cabo y la situación actual con respecto a la higiene urbana porteña.

Con el fin de colaborar en la construcción de una mirada integral sobre la higiene urbana y la gestión de residuos, en la Ciudad de Buenos Aires existe el Observatorio de Higiene Urbana, un organismo de consulta que busca relevar información, dialogar con la comunidad y monitorear las acciones y políticas que se realizan en el espacio público respecto a estos temas.

Charlamos con Diego Wassner, ingeniero agrónomo de la Facultad de Agronomía, institución que participa del observatorio hace casi tres años a través de la carrera de Ciencias Ambientales con profesionales que se dedican a la temática de residuos, para conocer la labor que realizan y las acciones positivas y negativas que se están llevando a cabo en relación a la higiene urbana.

Tintas de Boedo: ¿De qué se trata el Observatorio de Higiene Urbana?

Diego Wassner: Es un órgano de consulta del Gobierno de la Ciudad en donde participan muchas organizaciones vinculadas con la higiene urbana y residuos. Muchas veces hay consultas puntuales por temas en donde la Ciudad o las comunas necesitan información técnica para tomar decisiones sobre la gestión. Ahora estamos trabajando con el tema de contenedores y antes estuvimos trabajando con un relevamiento de recuperadores urbanos. Habitualmente tenemos interacción con las comunas para generar capacitaciones en temas específicos y difundir qué es lo que hace la Ciudad en el tema de gestión de residuos.

TdB: ¿Cómo suele ser este contacto con las comunas?

DW: Trabajamos muchas problemáticas y demandas diferentes. Por ejemplo, la ubicación de los contenedores. Buscamos trabajar junto a las comunas, el Gobierno de la Ciudad y las empresas para tratar de mejorar todo. Las comunas son un actor clave porque son las que están más cerca del vecino y conocen en detalle la ubicación de los problemas. Además, si bien las problemáticas no son las mismas, las comunas muchas veces nos piden hacer charlas o actividades de divulgación y eso nos interesa. Buscamos ser el vehículo para las inquietudes que pueda haber. Tenemos reuniones con las comunas y vamos generando una agenda de trabajo en cada una.

TdB: ¿Cómo es la situación actual de la higiene urbana en la Ciudad de Buenos Aires?

DW: La Ciudad tiene un interés bastante grande y le dedica esfuerzo a la gestión de la higiene urbana. Se desarrolló una metodología de evaluación de la higiene urbana que considera aspectos muy diversos y en base a ella se toman decisiones y se hacen estrategias. Hubo una evolución en los últimos 15 años en donde se probaron distintos dispositivos y estrategias. Algunos funcionaron, otras hay que corregirlos. Es un proceso dinámico. Se probaron dispositivos como los contenedores y también se han hecho acciones para generar conciencia en los ciudadanos.

TdB: ¿Estas acciones y estrategias generaron cambios de hábitos en la ciudadanía?

DW: Creo que se hizo una apuesta por la formación de los más jóvenes. Por ejemplo, con el programa Escuelas Verdes en la escuela se trabaja con el tema de la recuperación. Es una apuesta a futuro porque estos cambios no son fáciles, son cambios culturales. Pero cuanto más logremos recuperar de los residuos, habrá un mayor impacto positivo en lo que es la economía circular y en el cambio climático. Creo que el gran desafío que queda para la Ciudad es la fracción orgánica (aquella compuesta por desechos naturales y orgánicos, como por ejemplo alimentos) porque es una fracción importante de los residuos y es un componente importante de lo que se lleva al relleno sanitario que podría tener otro aprovechamiento. Igualmente, creo que hay un gran sector de la población que está muy comprometido con mejorar la gestión de los residuos.

TdB: Para terminar, ¿cuál es el rol de las cooperativas de recuperadores en todo este circuito?

DW: Son un actor clave porque trabajan en paralelo a las empresas de recolección. El desafío es que cada vez más toneladas de lo que es recuperable lleguen a ese destino. En esta problemática, el cambio grande viene cuando nos empezamos a plantear cómo reducimos lo que llevamos al relleno sanitario y a través de qué actor lo hacemos. Las cooperativas son un mecanismo muy novedoso, se han profesionalizado e incrementado su capacidad operativa, han mejorado sus instalaciones y su maquinaria. Es importante que se sostenga su crecimiento.